villava - A los vecinos de Villava se les conoce como traperos por su Batán, apodo que refleja la importancia que tuvo el lugar para la villa. Molino harinero desde el siglo XII y batán hidráulico dedicado al tratamiento de tejidos y cueros desde 1544 (fábrica de pasta de papel desde 1844), ahora habita integrado en el Centro de Sensibilización del Parque Fluvial, repitiendo para curiosos visitantes lo que en su día fue su labor.
La instalación recibió durante 2016 un total de 3.236 visitas repartidas en la variada oferta que prepara la Mancomunidad en el lugar, desde talleres y actividades formativas, exposiciones o las visitas guiadas. El atractivo principal sigue siendo su remozado batán, donde se reproduce fielmente el trabajo de sus mazos compactando tejidos a limpio golpe y ruidera (amortiguada hoy en día por cojines, eso sí). Los restos del antiguo batán fueron recuperados en 1999, cuando pasó a formar parte del Parque Fluvial de la Comarca, un corredor de 22 kilómetros que nació con el empeño de dar impulso y mirar al río después de décadas enseñándole la espalda por la degradación del entorno.
diversas infraestructuras La Mancomunidad maneja dos tipos de infraestructuras. Por una parte están las productivas, aquellas que forman parte del ciclo integral del agua. Desde depuradoras a depósitos. Aunque su función no es esa, también ocupan a muchas personas desde el punto de vista educativo y tienen su importancia en cuanto a sensibilización medioambiental. Los depósitos, por ejemplo, se han convertido en elementos integrados en la trama urbana y punto de recreo y entretenimiento. El de Mendillorri es lugar preferente de esparcimiento para vecinos, y el de Burlada ha experimentado sensibles mejoras en los últimos años para hacerlo más atractivo.
El Batán de Villava tiene que ver con la recuperación de infraestructuras de aprovechamientos hidráulicos. No son lugares operativos ni productivos. Pero la recuperación de estos ingenios que desde hace siglos utilizaban los vecinos convierte al batán en un espacio de difusión o sensibilización, y además en un enclave privilegiado. A escasos metros, la MCP completa la propuesta de sensibilización ambiental sobre el Parque Fluvial con el Molino de San Andrés.
El batán cuenta en su planta principal con una exposición permanente, El Regalo del Río, que profundiza sobre el Parque Fluvial de la Comarca (su vegetación y ribera, su fauna, su recuperación o su tremenda importancia como fuente de riqueza y bienestar). Además, la primera planta cuenta con una sala de usos múltiples y exposiciones temporales de interés ambiental, caso de la propuesta actual, una serie de imágenes que hablan del río (VadeAndo) del compañero y fotógrafo Iñaki Porto.
Dice la exposición permanente que en las riberas del río han coincidido lavanderas, pescadores, hortelanos, molineros, pastores, barranqueadores de madera, salineros y ciudadanos que simplemente aprovechaban la frescura y tranquilidad de sus aguas. Desde que el Centro se puso en marcha, el lugar cuenta además con un nueva especie de merodeador. Visitantes que con ojos curiosos ponen el foco en lo que fue, es y queremos que sea el río.