RONCESVALLES - A instancias del Grupo Parlamentario del PSN, la Comisión de Cultura, Deporte y Juventud del Parlamento de Navarra visitó ayer el campamento cerrado de la Colegiata de Roncesvalles, un espacio abierto en 2015 para atender la creciente demanda de peregrinos y que, desde su construcción, no ha cumplido con la normativa de Ordenación del Territorio, Patrimonio y Turismo. Los parlamentarios que asistieron fueron Cristina Altuna y Luis Zarraluqui (UPN), Consuelo Satrustegi y Virginia Alemán (Geroa Bai), Asun Fernández de Garaialde y Miren Aranoa (EH Bildu), Mikel Buil (Podemos-Ahal Dugu) y Guzmán Garmendia (PSN).
El objeto del encuentro, según explicó Guzmán Garmendia, fue “conocer in situ las características del complejo para tratar de entender los problemas” que han abocado a su cierre, incluidas las quejas de establecimientos turísticos de Auritz-Burguete y Aurizberri-Espinal, que manifestaban ser objeto de competencia desleal.
En su visita por las dependencias de Roncesvalles, el prior Patxi Izko admitió que las ocho cabañas de madera que componen el campamento, con cabida para 88 personas, carecen de servicios básicos (pavimentación, baños, cocina y comedores) y se encuentran en un enclave que, para ser acondicionado, requiere “una serie de permisos que el Gobierno de Navarra ha ido denegando hasta su cierre final”. En este sentido, revisaron los informes de diferentes departamentos, sobre todo “haciendo hincapié en el escaso fundamento del impacto visual al que se acoge continuamente Príncipe de Viana para denegar su informe”.
esclarecimiento Sin cuestionar la decisión, en todo caso “sujeta a la legalidad”, Izko avanzó ayer que no renuncian a abrir el campamento en las debidas condiciones. “Queremos dignificar este alojamiento para dar acogida a los más de 70.000 peregrinos que desfilan anualmente por aquí. Pedimos autorización para urbanizar la zona y ofrecer unos servicios mínimos”, expresaba. Al hilo de la controversia surgida por el cierre de las casetas, Izko admitió que “desde el principio, Roncesvalles se ha mantenido al margen de toda la polémica”. “Se han vertido opiniones y declaraciones en prensa y televisión que, además de ofensivas y falsas, demostraban un completo desconocimiento de la realidad que no ayudaban a la solución de un tema administrativo interno de Roncesvalles”, aseguraba el prior. En efecto, la Colegiata se valía ayer del encuentro con el Parlamento para esclarecer la situación. “Estamos contentos porque (los parlamentarios) han sido testigos de las dificultades continuas de accesibilidad a la iglesia y al claustro y han podido tomar conciencia de las carencias del actual campamento. No pedíamos más que poder explicarnos”, apostillaba.
Por su parte, los portavoces de UPN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu y PSN, concluyeron la visita remitiendo a futuras actuaciones para, dado el caso, posicionarse en torno a lo que entienden es una competencia del Gobierno de Navarra, con afecciones a nivel medioambiental y turístico.