ultzama - Para terminar una temporada marcada por el frío, se celebró ayer el VII Día del Hongo en el Parque Micológico de Valle de Ultzama.

En el Frontón de Larraintzar se congregaron navarros y personas de otras partes de España, todos próximos a la micología, que, desde hace mucho tiempo, más que una rama de la botánica es toda una cultura.

Los seteros no pudieron recoger tantas setas y hongos como en años pasados, pues en los últimos meses las temperaturas fueron bajas y llovió poco. La sequía fue protagonista y últimamente los cambios drásticos de temperatura provocaron una corta temporada, ideal para el crecimiento y recolección de ejemplares de docenas de estas especies.

Pese a ello, los visitantes acudieron a la cita desde las horas de la mañana para una consultoría micológica con expertos, que respondieron a las inquietudes sobre las propiedades de gran variedad de setas.

Esa consultoría forma parte de la “cultura micológica” que se intenta promover en el Parque, por ejemplo, a través de cursos de formación. Cultura que, junto con la regulación para los recolectores, busca un modelo sostenible.

Actualmente, la recolección es de gran cantidad de setas, pero de pocas especies, sobre todo la más típica, el Boletus, y la recogida se concentra en dos semanas de bastante intensidad. La idea es que con el tiempo los recolectores puedan coger poca cantidad, pero de muchos tipos de seta, en una temporada repartida en dos meses.

Tanto la cultura micológica como las regulaciones han hecho efecto, pues en los últimos diez años el número de recolectores ha pasado de 20.000 a 6.000.

Además de la consultoría, los visitantes pudieron disfrutar de una ludoteca, aprender con una exposición a cargo del micólogo Javier Gómez y comprar en un pequeño mercado donde se vendían desde setas, trufas y artesanías, como las cestas de mimbre de Cesta y Seta, hasta libros y artículos sobre micología. - D.N.