Marcilla, cuna del snooker
Fco. Javier Cambra y Travis Jackson fundaron en el año 2009 en el municipio el club ‘15 Rojas’ Se trata de un deporte de defensa y ataque que se juega con 22 bolas de diferentes colores sobre la mesa
marcilla - Es un deporte prácticamente desconocido, requiere de mucha concentración y técnica y es muy estratégico. Es una disciplina que enfrenta a dos personas y para poder jugarlo hacen falta, entre otras cosas, quince bolas rojas y siete de diferentes colores (blanca, amarilla, verde, marrón, azul, rosa y negra). Estamos hablando del snooker, una modalidad de billar que nació en Gran Bretaña y que poco a poco cuenta con más adeptos en este país. La cuna de esta disciplina en la Comunidad Foral está en Marcilla, concretamente en la Asociación Navarra Snooker ’15 Rojas’, un club que se fundó en el año 2009 y que en la actualidad cuenta con siete socios.
Francisco Javier Cambra, marcillés, y Trevor Jackson, natural de Irlanda, fueron los impulsores de este club que llegó a contar con 16 jugadores. “El billar siempre me había llamado la atención pero fue a raíz de ver snooker en la televisión cuando me empecé a aficionar de verdad. Poco a poco fue informándome y aprendiendo cosas sobre el juego”, explicaba Cambra.
Al principio, apuntaban, no contaban con los medios adecuados por lo que una vez cada quince días se marchaban a Zaragoza para poder practicar allá. Tan hondo caló este deporte en el marcillés que incluso hizo un viaje a Sheffield, a una academia profesional, para recibir una master class. “No hay entrenadores como tal sino que poco a poco, a base de horas, vas mejorando y aprendiendo. También es muy importante la labor de investigación”, insistía.
En el caso de Travis fue toda una sorpresa saber que alguien de Marcilla quería practicar este deporte ya que él lo había jugado cuando vivía en Irlanda. “Estuve mucho tiempo sin jugar porque pensaba que aquí no existía. Las nociones básicas las tienes, eso no se olvida, pero salvo que tengas talento natural, si no juegas, tienes menos concentración, la tensión no es la misma, etcétera”.
el objetivo La paciencia es un factor clave a la hora de jugar, así como lo es la estrategia de ataque y defensa (snooker significa esconder la bola blanca). En este caso, explicaban, se trata de meter las bolas en las troneras de forma alternativa; una roja y una de un color para ir sumando puntos. Las bolas rojas valen un punto cada una y después el resto van desde los dos puntos que vale la amarilla, hasta los siete de la negra. El juego perfecto se logra con 147 puntos, algo que es muy difícil ya que en una partida también entran en juego las faltas.
“No hay que tirar a romper”, que es lo que se suele hacer habitualmente en el billar, sino que hay diferentes estrategias y los mejores jugadores suelen sacar las bolas poco a poco para dejar sin opciones a sus rivales. “Para jugar bien hacen falta muchos años y mucha práctica. La habilidad es muy importante así como tener memorizadas las líneas de juego. Siempre hay margen de mejora”, afirmaban.
En el club cuentan en la actualidad con dos mesas (una de ellas con el paño oficial de la Federación Mundial de Snooker) así como algunos tacos y extensiones por si alguien se anima a jugar. Sin embargo, lo lógico es que cada uno tenga su taco y que lo personalice.
Aunque la edad no es un factor clave a la hora de jugar a snooker, lo cierto es que algo sí que influye ya que la visión no es la misma, y el pulso o la perspectiva también cambian.
partidos oficiales Marcilla, cuna de este deporte, ha sido el origen de cuatro clubes. En Navarra hay en la actualidad uno en Barásoain y otro en Pamplona.
Estos marcilleses están inmersos, además, en la liga nacional, y juegan un partido al mes. Para evitar desplazamientos y gastos excesivos juegan una liga interna en cada club para ir sumando puntos y ascender en el ranking. Después, los 16 mejores se juntan por zonas para jugar el play off y a la gran final acceden los 16 mejores del país.
De hecho, para impulsar y dar a conocer el snooker la localidad ribera organizó en el 2011 la final del campeonato de España. Cambra, que entrenaba unas cuatro horas diarias, fue uno de los finalistas cuando el torneo se jugaba a ocho. “Me apasiona, es un juego muy completo y muy profesional”, comentaba este jugador al tiempo que mostraba la técnica que hay que utilizar a la hora de colocar la mano sobre el paño en cuatro apoyos.
No hay un límite de tiempo, una partida puede durar horas, y para proclamarse vencedor hay que ganar tres mesas. Además, en las ligas internas no hay árbitros sino que los jugadores son los que anotan los puntos. Además, cuando les preguntan por las trampas aseguran que “es un deporte de caballeros y, por lo tanto, hay que ser honrados”.
Jaime Cambra, hijo de Fco. Javier, es a día de hoy el integrante más joven del club con 21 años, la afición se la inculcó su padre desde pequeño ya que, recordaban entre risas, cuando empezó apenas llegaba a la mesa. Ahora, apuntaba, disfruta más “porque cuando empecé no tenía la misma paciencia que ahora y eso me hacía fallar y desesperarme”.