doneztebe - La villa de Ezkurra contaba con 496 habitantes en 1920 y en la actualidad tiene 154, la tercera parte, pero no es un caso aislado en Malerreka, conocido en algún tiempo como el Goierri del Bidasoa. Todos los pueblos que forman esta comarca han perdido población en un siglo, en concreto 2.059 habitantes, con la casi única salvedad de Doneztebe que en ese periodo los ha duplicado (el 254% más) y ha sido claramente su localidad de acogida.

Hace un siglo, en Malerreka vivían 4.497 personas (5.340 si se incluyen las 843 que residían en Doneztebe) y ahora se han reducido a 2.438. El éxodo ha sido terrible en un espacio geográfico famoso por sus leñadores (luego, aizkolaris en competiciones) que pasaban tres cuartas partes del año en los bosques franceses, o sus pelotaris campeones, o sus ganaderos y pastores.

En realidad, toda la cuenca del Bidasoa, desde Zugarramurdi hasta Ezkurra y Endarlatsa, ha sufrido (y sufre, lo que es peor) un acusado despoblamiento, tanto el Valle de Baztan como Bortziriak, pero más agravado en Malerreka. ¿Pero cuándo empezó la continuada migración?

El declive Para Fernando Etxeberria, exprofesor de la UNED, secretario de Arkupeak, la asociación de jubilados más numerosa de Navarra, y el historiador que a lo largo del tiempo más ha escrito sobre Ezkurra, su pueblo, la industrialización de Leitza, el regreso de los leñadores que iban a Francia y dejaron de hacerlo, y los nuevos modos de vida han sido los aspectos más influyentes. “La gente va a Leitza, Lesaka, o Doneztebe a trabajar y se queda allí a vivir, encuentra más servicios y más vida social, y va abandonando sus antiguas labores en el campo”. De hecho, comenta que “hay días que no veo a nadie en el pueblo, salvo algún amigo con el que tomo un café a la tarde”.

En pérdida de habitantes, en Ezkurra se dan la mano con sus vecinos de Eratsun (425 en 1920 y 154 actualmente), con Oitz (130) y Saldías (119), los menos poblados de Malerreka. Etxeberria recuerda que se contaban siete tabernas en Ezkurra, pero “ahora queda una, no hay escuela ni tampoco una tienda”, cuando a medio camino del trayecto de Doneztebe a Leitza, el pueblo hacía el efecto psicológico de las Ventas de Ultzama o de Arraitz al ir a o volver de Pamplona, y la gente paraba mucho.

“Los caseríos están deshabitados, antes se contaban hasta 79 bordas con ovejas, y no quedan apenas ganaderos ni pastores”, comenta. Y luego está el problema de la natalidad, casi inexistente: “La mitad de los vecinos tendremos más de 60 años”, explica, mientras se muestra “absolutamente pesimista” de cara al futuro de la mayoría de municipios de la comarca.

la capital Aunque oficialmente no lo sea, Doneztebe es de hecho la capital de Malerreka y el único que aumenta continuamente su población, en gran medida a costa del resto de los municipios. Xanti Uterga, el alcalde, reconoce que efectivamente puede ser así. El municipio que gobierna el joven campeón remontista tiene una envidiable y completa dotación de servicios “y a todo el que viene a vivir aquí le acogemos como a uno de los nuestros”.

En 1920, Doneztebe contaba con 843 vecinos y ahora tiene 1.732, más del doble. Uterga enumera la dotación de la localidad: “Aquí está la delegación de la Seguridad Social, la oficina de empleo, concentración escolar e instituto, mancomunidad de servicios, centro de salud, sucursales bancarias, un comercio muy completo y una interesante vida social, deportiva y cultural”. Lo que necesita o busca la sociedad actual. - L.M.S.