pamplona- Pipper es un perro turista. El primero de su especie. Desde hace seis meses viaja junto a su dueño Pablo Muñoz Gabilondo, buscando alojamientos y atracciones turísticas que admitan las presencia de animales. En todas las Comunidades Autónomas. Pipper y Pablo visitaron durante una semana diferentes lugares de Navarra. Su diagnóstico es claro: son muy pocos los lugares accesibles para mascotas.

El pasado mes de mayo ambos comenzaron su viaje, bajo el nombre Pipper on tour, con el objetivo de visibilizar que cada vez son más las personas que deciden vivir con mascotas. Según Pablo Muñoz, en el Estado son “más de 10 millones de personas las que tienen animales en casa”.

En este tiempo su viaje les ha llevado por Aragón, Madrid, Cataluña, Castilla y León, Asturias y Cantabria. Las facilidades para el turismo con animales, cuenta Pablo Muñoz, “cambia según la región. España es un reino de taifas en este sentido”. En Navarra visitaron Pamplona, Tudela, la Selva de Irati o el Castillo de Javier en busca de lugares que poder visitar juntos. “En Navarra la cosa está muy verde, lo consultamos con diferentes oficinas de turismo y las mascotas no pueden visitar ningún monumento”, afirmó Muñoz.

En el caso de Iruña, además, la situación es más restrictiva todavía. “En Pamplona una ordenanza prohibe la entrada de animales en tiendas de comida, bares y restaurantes”, lamentó Muñoz, pues a su parecer la presencia de animales en establecimientos comerciales y hosteleros es una oportunidad económica. “En Palma hay restaurantes que ofertan una pequeña carta para los perros”, expresó Muñoz.

Con respecto a los hoteles la oferta tampoco es muy extensa. En el Estado, afirmó Muñoz, “sobre un 16% de los hoteles admiten mascotas, mientras que en Europa ronda el 40”. Estos hoteles que permiten mascotas, continuó Pablo Muñoz, “se identifican por el distintivo pet friendly y cobran un extra por dar el servicio a las mascotas”.

A pesar de que estos alojamientos están más extendidos en las grandes ciudades, Pablo Muñoz explicó que el modelo a seguir es el de Gijón. “La ciudad ha decidido promocionarse como dog friendly, permitiendo el acceso de mascotas a las playas, tiendas, bares o restaurantes”, indica. La conclusión que el viaje de Pipper y Pablo deja de Navarra es que hay mucho por mejorar. “Hay que perder el miedo a que las mascotas educadas estén en lugares públicos”, explicó Pablo Muñoz, pues son muchos los lugares en los que sin pensarlo han podido entrar como “la casa Batló, las torres de la catedral de Salamanca o el funicular del monte Igeldo”.

Durante su estancia, han contado sus aventuras por medio de las redes sociales, en las que acumula más de 40.000 seguidores. “Pipper es el primer perro influencer, pero tiene un mensaje: difundir que cada vez hay más mascotas entre nosotros y que pueden viajar sin representar un problema”, concluyó Pablo Muñoz.