En 1925 y concretamente en la fecha en que se obtuvo la fotografía, el 21 de abril, la prensa local destacaba con grandes titulares la reciente concesión del capelo cardenalicio al pamplonés Eustaquio Ilundain Esteban, futuro Cardenal Ilundain, que se había producido el 30 de marzo y que por aquellos días se hacía efectiva. La fotografía muestra una escena relativamente frecuente en la Pamplona de la época, la del viático recorriendo las calles. El viático era una suerte de procesión que marchaba desde las parroquias hasta las casas de los moribundos, al objeto de administrarles la última comunión. En la imagen vemos a varias personas que portan hachas (grandes velas), y al sacerdote encargado de administrar el sacramento, en el momento de salir del portal del enfermo. Dos monaguillos han salido antes del portal, y toman ya camino a la parroquia de San Lorenzo, sorprendiéndose por la presencia del fotógrafo.

Hoy en día los viáticos ya no recorren las calles de Pamplona, y la vista de aquellas escenas resulta un tanto extraña desde la perspectiva actual. Todo ello pone en valor, más aún si cabe, el trabajo de fotógrafos como Galle, puesto que documentan usos y costumbres perdidas o a punto de perderse. Respecto al paisaje urbano de 1925, podemos ver al fondo la fuente de Descalzos, que certifica la exacta correspondencia entre ambas imágenes. Esta fuente había sido instalada en 1856 en la plazuela situada en la trasera del Ayuntamiento, pero en 1877 se trasladó a este lugar, donde aún permanece. En otro orden de cosas, si el difunto de 1925 se levantara de su tumba y quisiera volver a su casa, se encontraría que ya no existe. En su lugar se ubicó una infraestructura de gran éxito hoy en día, el ascensor de Descalzos. Eso sí, es una pena que este se instalara en un edificio extemporáneo, que chirría de forma evidente con el entorno.