a empresa Mondelez de Viana trabaja por hacer unas galletas comprometidas con la agricultura local y la preservación de la biodiversidad. De esta manera, la producción de las líneas Digestive y La Buena María en la planta vianesa se engloba en el código de buenas prácticas denominado Carta de Calidad Harmony, que recoge 51 directrices enfocadas a limitar el impacto medioambiental. La empresa trabaja a través del Grupo AN, una cooperativa de segundo grado que a su vez está en contacto con otras 9 cooperativas y mediante ellas con los agricultores.

El principal de los compromisos es destinar el 3% de los campos de cultivo de trigo a un área de flores, que proporciona a las abejas y mariposas el polen y el néctar que necesitan para sobrevivir. Además, se aplican fungicidas específicos que tratan de dañar lo menos posible la biodiversidad y propician un producto natural. Igualmente, se sigue todo el ciclo de vida del trigo y se cuida que el almacenamiento sea el idóneo.

COMPROMISO

Este proyecto de origen francés nació en 2008 en respuesta a las expectativas de un nuevo perfil de consumidor responsable que demandaba alimentación de calidad y respeto al medio ambiente. A día de hoy está presente en seis países. En 2011, Harmony llegó a España, iniciando una colaboración con más de 210 agricultores en 2018 a través de diversas cooperativas, Grupo AN en el caso de Navarra. En la campaña 2017-2018, se cosecharon casi 24.000 toneladas de trigo Harmony, y para esta que acaba de comenzar, se espera alcanzar las 20.000. En el caso de la planta de Mondelez en Viana, aunque producen una amplia gama de galletas y otros aperitivos, la harina Harmony se emplea, de momento, sólo en los productos Fontaneda. En concreto, en las galletas de la serie Digestive y La Buena María. Esta fábrica celebra esta año su 60 aniversario, y a día de hoy cuenta con 300 empleados y empleadas.

En 2018, se produjeron 45.000 toneladas de galletas, 50 millones de unidades. De estas, el 20% empleaba harina Harmony, 110 toneladas al día, 9.100 al año. Las galletas de la línea Harmony de esta planta ocupan dos de las siete líneas de producción que allí tienen. Concretamente, la línea 1 y la 3. Esta planta es la única en llevar a cabo estos productos en el mundo, pues se trata de marcas locales que no se exportan. El resto de la producción de la empresa está destinada a otros snacks, como Oreo o Chips Ahoy! De estos productos, casi el 60% sale fuera. El compromiso que se plantean ahora es que para 2022, el 100% de los productos de todas estas firmas realizados en Europa cumplan con los parámetros de Harmony. producción El proceso de producción en la planta de Mondelez de Viana está formado por seis pasos. El primero de ellos es el generado de la masa de las galletas. En concreto, cada 30 o 40 minutos se hacen 1000 kilos. Tras esto, el cocido.

Una máquina da forma a la galleta en crudo y estampa el dibujo correspondiente previo horneado. Después del paso por el horno a 90º, las galletas se enfrían en las lonas, pasando a ser aptas para el consumo. El siguiente paso, en el caso de requerirlo el producto, es el bañado de chocolate y el cristalizado que evita que este se quede pegado. Finalmente, queda el apilamiento, envasado y todo el sistema logístico desde la entrada de los paquetes en los camiones a la llegada a los consumidores.