beriáin - Óscar Ayesa (46 años, Agrupación Vecinal de Beriáin) vuelve a la alcaldía del municipio tras haber gobernado durante un año en la pasada legislatura, mandato al que puso fin una moción de censura impulsada por Adelante Beriáin (José Manuel Menéndez, anterior alcalde) con el apoyo de los socialistas. Ahora, tras los resultados electorales -Adelante Beriáin fue la lista más votada-, ha conseguido volver a hacerse con la makila gracias al apoyo, precisamente, de los socialistas, con los que alternará el cargo -gobernarán dos años cada uno- y de Navarra Suma, a quienes cede la representación de Beriáin en la Mancomunidad.

El ambiente tenso de los últimos años, dice, “ha mejorado bastante” y espera, señala en tono conciliador, conseguir llegar a acuerdos para sus tres retos principales: sacar adelante el Plan Municipal, culminar el proyecto de las piscinas municipales y hacer frente a la deuda con la Caja Rural por Morelucea (Sociedad Pública para la construcción de viviendas), compromiso de casi cuatro millones de euros (más intereses) y que supera con creces el presupuesto anual del municipio.

¿Qué ambiente hay en el Ayuntamiento?

-Ahora parece que mejor, pero estos cuatro últimos años no han sido muy buenos, ha sido tenso. Trabajamos muchísimo, hicimos muchas cosas y al año siguiente impulsaron esa moción de censura...

¿Por qué cree que salió adelante esa moción?

-Ellos sabrán. Los motivos que dieron entonces -que con tres personas no podíamos llevar los proyectos adelante, que no íbamos a llegar a pactos- no me valen porque trabajamos mucho. También nos habríamos equivocado, seguro. Pero éramos totalmente dialogantes y quisimos llegar a pactos con todo el mundo. Alguna excusa tenían que poner.

Ahora ha pactado precisamente con el grupo que la apoyó, con el PSN. ¿Cómo se llega a ese acuerdo?

-El mayor problema que tenía el partido socialista era el anterior cabeza de lista, Eduardo Valencia: en dos años, de 36 comisiones de trabajo vino a tres. El concejal actual, Jesús María Ogayar, es una persona trabajadora y con él no tengo ningún problema.

Compartirán, además, la alcaldía. ¿Cómo va a ser esa alternancia?

-Gobernaremos dos años cada uno, con Teresa Mena (Na+) en la Mancomunidad, y queremos que todos los grupos formen parte de la Junta de Gobierno. Si quiere trabajar con nosotros Adelante Beriáin no les vamos a excluir, parece que últimamente las relaciones van mejor y eso es bueno siempre que aporten cosas en positivo. El problema es que en los tres últimos años nos han tenido totalmente marginados.

Ya dijo en la investidura que tratará de evitar confrontaciones. ¿Eso cómo se consigue, dados los antecedentes?

-Con mucho diálogo. Nosotros estamos dispuestos a trabajar y esperamos que los demás también. No queremos excluir a nadie, pero antes no había comunicación.

¿Qué va a cambiar frente a su anterior legislatura?

-Antes éramos tres concejales los que hacíamos absolutamente todo el trabajo en Beriáin, creo que ahora entre los tres grupos (y si AB también quiere trabajar) se llevará mejor el Ayuntamiento.

¿Cómo va a sacar adelante el Plan Municipal?

-Ese es uno de nuestros proyectos prioritarios. En 2010 se llevó a cabo la aprobación inicial, pero se interpuso un recurso en contra que dio lugar a una sentencia que lo anulaba en 2018 porque faltaba un informe de la CHE. Pero ya está todo en orden, el pasado mes de mayo recibimos el nuevo informe que necesitábamos y que cumple las determinaciones. Esta semana nos reuniremos con los directores del plan para encauzar otra vez este tema, que es el que más prisa corre porque hay que actualizar la valoración de las tierras del municipio.

¿Y el proyecto de las piscinas?

-Se iba a construir una piscina cubierta pero quedó paralizado y además creemos que es inviable. Es un proyecto que contaba con varias fases, se recibió subvención del Gobierno de Navarra para todas menos para la última, y en los tres últimos años no se ha hecho absolutamente nada, ese edificio ha estado igual y hay que darle salida. Hay que darle solución con una piscina cubierta de verano, sin cristalera. Terminaremos también la parte del edificio que falta, después de haber hecho ya los nuevos vestuarios durante el primer año en la anterior legislatura.

La deuda con Caja Rural es uno de los grandes quebraderos de cabeza a los que ha de enfrentarse el equipo de Gobierno. ¿Cómo ponerle fin?

-En 2005 el Ayuntamiento creó la Sociedad Pública Morelucea, promotora para construir unas viviendas, y el Consistorio puso unas parcelas como aval que Caja Rural aceptó. Pero tras la crisis, los pisos de la segunda fase no se vendían. Esos terrenos bajaron muchísimo su valor y la caja no ejecutó el aval, así que fuimos a juicio. En primera instancia nos dieron la razón, pero Caja Rural recurrió y salió favorable para ellos en segunda instancia. Hemos puesto un recurso de amparo y estamos a expensas de ver qué pasa.

¿Tiene solución?

-Yo creo que fue un error político que un Ayuntamiento se hiciera constructora, aunque el valor de esos terrenos fue aceptado en su día. Los compraron, se quedaron con los pisos que estaban sin vender y ya se han vendido. Ahora a nosotros sólo nos queda una deuda de más de cuatro millones de euros... Si el recurso no prospera habrá que sentarse con ellos y negociar.

En la reforma del colegio se avanzó bastante, sólo quedaba la instalación de la calefacción. ¿Para cuando ese último empujón?

-Intentaremos seguir con eso, estamos muy satisfechos con los avances. Cuando llegamos a la alcaldía en la anterior legislatura una de las prioridades fue mejorar el colegio y también los servicios sociales de base, además de los planes de empleo. Acudiremos a la convocatoria de subvenciones para continuar con la instalación de la caldera y terminar esa reforma.

¿Algún proyecto de futuro?

-Otra de las propuestas que hemos llevado en el programa y que nos parece importante es la de las subvenciones infantiles igualitarias en cultura y deporte. Queremos que sean equiparables, que un niño o niña que aprenda música tenga las mismas facilidades que quienes deciden jugar al fútbol, por ejemplo fútbol. También recuperar la Escuela de Música, una iniciativa entre los padres y el Ayuntamiento, puede que en el colegio, donde nos cederían dos o tres salas. Desde que desapareció los alumnos tenían que desplazarse a Noáin o a Pamplona.