pamplona - “He sido y sigo siendo una persona muy activa. Me gusta salir a andar y hacer ejercicio que es algo que recomiendo a todo el mundo y, en especial, a las mujeres porque libera mucha tensión”, admite Emilia Fraile Escudero que no enseña sus 89 años cuando hace estiramientos en la colchoneta o se pone a correr en el aula de gimnasia de mayores en la calle Padre Barace. No sólo es buena alumna sino que la escuela de danza y baile Le Bal de Pamplona quiso homenajearla esta semana, coincidiendo con la celebración el pasado día 2 del Día Internacional de las Personas Mayores, porque, además de ser la más longeva, es una persona “muy positiva y que aporta mucha alegría a las clases”. “Se merece el premio por ser la más animada”, reconocían sus compañeras. Y ella lo confirmaba: “Si podría les traería a más gente porque estoy encantada con la actividad”.

Lleva diez años asistiendo a las clases de gimnasia y es una alumna fiel. Son clases subvencionadas por el Ayuntamiento de Pamplona y para celebrar el inicio del curso la escuela le hizo entrega de un ramo de flores en un acto sorpresa. “Yo creo que estoy tan bien (de salud) porque me gusta mucho hacer cosas. Todavía sigo cosiendo y haciendo mucha ropa para mis nietos. Lo que más me gustaba es hacer ganchillo y bordados pero ahora con la vista ando peor”, subraya. “No me gusta mucho la televisión ni estar en el sofá. Siempre me he apuntado a alguna actividad, aprender a nadar, a bailar, a gimnasia... Para cuidarse hay que hacer ejercicio al menos de mantenimiento y salir a andar”, agrega. “Como de todo, no me privo de nada, una dieta variada es lo mejor. Legumbre, verdura, arroz, carne, pescado, fruta...”, señala quien no ha dejado de hacer las tareas de casa.

Emilia, natural de Grávalos (La Rioja), sigue visitando su tierra natal todos los veranos junto con su familia que conserva la casa materna. Vecina de San Juan se quedó viuda hace once años. Sus dos hijos le han dado siete nietos, ocho biznietos y “mucha vida” aunque para ella, además de la familia, es importante “mantener una actitud positiva ante la vida”. “Además, mientras me pueda valer por mí misma y mantener mi independencia seguiré en mi casa”, asevera. “Me gusta estar en casa pero también salir un rato con las amigas por la tarde. Me doy cuenta de que muchas de ellas tienen problemas de salud. También mi marido terminó en una silla de ruedas de tanto trabajar...”, explica. Antes de enviudar, con su marido, y después con sus hijos, ha recorrido medio mundo con su espíritu inquieto. Ha viajado a países como Estados Unidos, Rusia, Jerusalén o Turquía, además de conocer diferentes ciudades de España, y de todos mantiene buenos recuerdos ya que su memoria no resiente pese a la edad. “Con mi marido también he viajado, nos gustaba ir a Benidorm. Fue un hombre bueno y emprendedor”, relata. “Mantengo ilusión por la vida y espero no perderla Dios mediante”, apostilla.