pamplona - La música es un idioma universal que a lo largo del tiempo se le ha atribuido distintos significados dependiendo de la cultura y el país de donde proceda. Los vallisoletanos Jorge López y Noelia Gutiérrez llevan diez años recorriendo el mundo y descubriendo los distintos instrumentos que hay en él. A día de hoy se encuentran en la Feria de Navidad de la Plaza de Toros de Pamplona donde, situados con su puesto, mostrarán hasta el siete de enero todos los instrumentos que han descubierto hasta la fecha a los ciudadanos que allí se acerquen.

“Es una recopilación de instrumentos de todo el mundo, algunos muy antiguos y otros muy modernos de culturas distintas, y buena parte de ellos van dirigidos a la meditación. Antiguamente muchos instrumentos estaban enfocados a momentos más meditativos que lúdicos, como ocurre ahora”, aclara Jorge López. Para estos dos compañeros este es el sexto año consecutivo que acuden a la feria navideña gracias a la invitación de la Asociación Gabonak, una de las organizadoras, y además durante el verano acuden a ferias medievales.

Según Jorge López, lo que hacen Noelia Gutiérrez y él es viajar por todo el mundo y descubrir a pequeños artesanos de instrumentos con los que prueban los instrumentos del lugar y los seleccionan para traérselos a España. Sus viajes han abarcado varios continentes como Asia, Oceanía y América, y siempre con la mirada puesta en los instrumentos más meditativos y de conexión con la naturaleza. “Tenemos instrumentos de todo tipo: didgeridoos de Australia, cuencos tibetanos, flautas y panderos de los nativos americanos, hangdrams modernos, ocarinas tanto de China como de Sudamérica, calimbas y djembes africanos, violines de la India y este año tenemos como novedad una shruti box también de este país”, menciona López.

Además de todos estos, muchos otros instrumentos acaban impresionando al público que allí se acerca por su parecido con el sonido de la naturaleza. “Tenemos animales hechos de madera a mano y que imitan el sonido del elefante, la rana, el búho, el gallo, etc. y los traemos de Tailandia, de una familia que ha ido haciendo más y más animales cada vez. También están el palo de la lluvia, otro instrumento que hace el ruido de una tormenta y panderos oceánicos que imitan al mar”, explica el comerciante.

mente abierta Los viajeros destacan el buen recibimiento que tienen todos los años en Pamplona y, además, “cada vez más gente se anima a probar”. Para Jorge López, estos instrumentos son fáciles de tocar ya que al ser antiguos son más intuitivos. “No son instrumentos que tengas que estudiarlos y pegarte tiempo para aprender a tocar. Es perder el miedo y dejarse llevar”, añade.

El vendedor explica que al tratarse de instrumentos muy meditativos, son las personas relacionadas con el yoga los que más se acercan a comprar. Aún así, señala que los profesores de música también son buenos clientes. “La mentalidad ahora está mucho más abierta que antes y por ello muchos profesores de música compran instrumentos para enseñarles a sus alumnos y que vean otras culturas”, apunta Jorge López.

escape natural Para López y Gutiérrez el viajar y traer instrumentos es su estilo de vida, una pasión en la que los instrumentos ancestrales tienen la mayor importancia. “Nos gusta conectar con nosotros mismos y con la naturaleza a través de los instrumentos y hacer una reintrospección que cada día hace más falta. Además también nos gusta plantear una alternativa, sobre todo a los jóvenes, para dejar la tecnología de lado y disfrutar con lo artesano y manual”, añade Jorge López.