Un pisto que vale un premio
Un plato tan familiar como el pisto sirvió a los hermanosAlberto y Antonio, del bar Le Bistrot, para ganar en la I Semana del Pincho de la Ribera
tudela - El legado familiar de un sabor y de una forma de cocinar le valió al tudelano Alberto Lamana Milagro para hacerse con el título del mejor pincho de la primera Semana del Pincho de la Ribera. Nieto, hijo, primo y sobrino de familia de tudelanos dedicados a cocinar y a los pinchos desde hace tres generaciones, Alberto y su hermano Antonio lo tuvieron claro cuando decidieron presentarse a este primer certamen. “Es un pincho que ha salido de casa. Mi madre siempre hacía pisto con huevo y cuando decidimos presentarnos pensé ¿por qué no damos una vuelta al pisto? Estamos en temporada, hay buen calabacín y buen pimiento”. Así, con apenas cinco meses al frente del bar Le Bistrot, creado por su abuelo, que recogió su tío Rodolfo (Roeti para los tudelanos) que se acaba de jubilar; se lanzaron a la competición.
Alberto, con 28 años siempre ha trabajado en cocina pero para hacer platos, como en el restaurante que llevan sus padres en Arguedas (Restaurante Bardenas), donde trabajaba con su hermano hace 5 meses. “Decidimos dar el salto. Era un oportunidad y junto con mi hermano Antonio, que es el que está en la barra, decidimos cogerlo”. Pese a no haber estudiado cocina, los Lamana Milagro, llevan en la sangre los fogones, “he mamado la cocina y eso se nota”.
Tras enfrentarse cada día a un menú, ahora, sin experiencia, lo hacen a una barra que tienen que llenar de pinchos. “Siempre he sido cocinero de restaurante y cuando montamos el bar nunca habíamos dirigido nada ni creado una barra de pinchos. Así que poco a poco abres la mente y te pones a hacer cosas nuevas”.
De esa manera decidieron presentarse porque “cuando empiezas tienes que participar en todo, dejarte ver y darte a conocer y era una buena oportunidad”. Así, el Pisto con Huevo que les ha valido un premio es su mejor carta de presentación.
el ganador Alberto lo describe así “se trata de una tostada aromatizada con un almíbar, un poco de miel, orégano y tomillo. Hacemos un rabioli con el calabacín y dentro metemos el sofrito de cebolla, pimiento, tomate, calabacín... todo eso. Cierras el rabioli y pones arriba una yema de huevo frita y una pipeta con la patata del pisto convertida en crema. La idea es comérselo de un bocado porque así estalla la yema en la boca”.
Pese a la complicación de la preparación, “sobre todo al freír la yema, que hay que tener mucho cuidado”, asegura que visto el éxito van a seguir preparando ese pincho durante una temporada ya que ha sido muy apreciado por los numerosos riberos que han catado y participado en esta Primera Semana del Pincho de la Ribera. Como señaló el jurado presidido por el cocinero Álex Múgica uno de los valores de un pincho es que se pueda degustar sin excesivos problemas ni complicaciones. “El pincho ganador ha sido elegido por unanimidad porque cumple el requisito de poderse comer fácil en dos ó tres bocados. El nivel de todos ha sido muy alto y se han presentado 8 obras de arte”.
Alberto Lamana se mostró muy satisfecho de cómo se había desarrollado esta Semana del Pincho, un evento que, curiosamente, es la primera vez que se realiza en la Ribera, una tierra especialmente reconocida por la calidad de sus bares, de sus guisos y de sus pinchos. “Espero que sea solo el primero de una larga lista de ediciones. Es muy interesante para todos los establecimientos”.
En esta primera ocasión los participantes fueron Casa Lola, bar La Catedral, bar La Estrella, bar José Luis, bar Moncayo2, bar Le Bistrot, Café ES3 (Corella y bar restaurante Charly (Cortes).
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