Las once familias que reclaman la apertura del modelo D en el colegio público Julián María Espinal Olcoz temen tener que elegir entre su pueblo o el euskera. Los padres de los pequeños que reclaman una enseñanza en euskera en Mendigorría denuncian que "si al final no se habilita la nueva línea lingüística, tendremos que llevarlos a Gares para que puedan estudiar en euskera", con la pérdida de alumnado que conllevaría esto para la escuela rural de su localidad. En esta disyuntiva se encuentran los padres y madres del pueblo, quienes siguen, según afirman, sin recibir información del Departamento de Educación que "desde hace meses no se ha dirigido a nosotros para explicar ni siquiera si han recibido las últimas instancias pidiendo la apertura del modelo".

Afirman que en noviembre les comunicaron que no había motivos desfavorables para abrir la nueva línea en el colegio público pero a la hora de hacer las prematriculaciones -en enero- se encontraron con las primeras trabas. "Las instrucciones que se nos dieron eran contradictorias, intentando desdibujar la demanda real que existe en Mendigorría", relata Marian Fernández, una de las madres afectadas. En enero, Educación les indicó, mediante una comunicación dirigida a la dirección del colegio de Mendigorría, "que no cabía la posibilidad de solicitar la matrícula en modelo D en este centro, y que los interesados debían acudir al centro de Gares" por ser, según el Departamento, "su centro de referencia". Además, los padres denuncian que se les ha señalado que si no inscriben a sus hijos al modelo D de Gares como se les indica "podrían perder las subvenciones para el comedor y el transporte durante el curso".

"Son medidas de presión, para ver si cedemos y dejamos de lucharlo", detalla Esther Fernández, y apunta que si el de Gares es el único centro con modelo D se "estaría masificando un colegio para vaciar otro". Las once familias - de las cuales seis son de alumnos de este próximo curso y cinco del que viene - ya han optado por una educación en euskera para los pequeños, matriculados en la escuela infantil bilingüe de 0 a 3 años de la localidad, de titularidad municipal. Educación exige que para poder abrir el modelo en euskera tiene que haber un mínimo de ocho matriculaciones, cantidad a la que no llegarían en ninguno de los dos cursos. Sin embargo, los padres consideran "injusto" que se les someta a los mismo ratios que a una escuela normal. "La ley general no se puede aplicar a las escuelas rurales porque son casos diferentes, con menos niños, no puedes pedir los mismos ratios cuando hay generaciones que ni llegan a ese número", expresa Francisco Yoldi.

El último movimiento de estos padres incansables en su lucha fue acudir al Defensor del Pueblo para hacer una queja formal tras la negativa de permitir las prematriculaciones en el modelo D. En el documento, del 13 de febrero, las once familias relatan los hechos de manera cronológica y denuncian que desde que recibieron la negativa "no se han habilitado impresos en el colegio de Mendigorría para ejercer su derecho de opción al modelo D, con las consiguientes trabas para manifestar su opción y dejar constancia de ella". "Hay familias que tienen dudas sobre si apuntar a sus hijos al modelo D y si se encuentran con estas trabas al final terminan por no hacerlo", sostiene Marian Fernández, y asegura que de esta manera "no es posible ver la demanda real que existe en el pueblo". A pesar de ello, los padres afectados solicitaron, dentro del plazo de inscripción recientemente finalizado, la petición de habilitar la línea lingüística y lo hicieron mediante instancias.

"No se nos ha facilitado ningún informe que justifique las razones de fondo por las cuales se ha decidido no habilitar la opción de escolarización en este modelo", reza la queja ante el Defensor del Pueblo. Y es que, según afirman los propios padres, la demanda en el pueblo "es más que suficiente y significativa" para determinar la apertura de la línea "si se atienden a parámetros propios de las escuelas rurales".

Durante los últimos años un porcentaje muy elevado de los alumnos de Mendigorría se matrículaba en el modelo bilingüe. En concreto, en el caso de la escuela infantil en euskera, el porcentaje de matriculación es del 75%, "un indicativo muy importante de la viabilidad que tendría la línea que reclamamos para el colegio público".

En la localidad, que cuenta con una población de 1.086 habitantes, este año la demanda de alumnos y alumnas que querían incorporarse a este modelo educativo "se sitúa en torno al 43%". Además, los padres afirman que las matriculaciones en esta línea para el próximo curso "superarán las de otros modelos existentes en el centro".

en defensa del pueblo Los padres sostienen que si no se termina por ofertar el modelo D en su pueblo "existe una amenaza real para la continuidad de la propia escuela local". En relación a las políticas contra la despoblación, apuntan, quitar una oferta educativa en el pueblo es tan solo una medida que "nos relega a un segundo plano". "Si se quiere luchar contra la despoblación rural y garantizar la pervivencia de los pueblos pequeños, es necesario el mantenimiento y dotación de los servicios públicos esenciales", manifestaron. La alternativa de matricularse en el colegio de Gares no convence en la localidad pues "habiendo demanda aquí, debe abrirse en el pueblo". Además, entienden más adecuada la escolarización próxima a los domicilios, evitando los desplazamientos continuos "por carreteras cuyas condiciones de seguridad no son las más favorables".