- “Las herramientas que ofrece el yoga pueden ser de mucha utilidad en esta situación insólita que estamos viviendo porque trabaja a nivel físico, mental, emocional y espiritual”, señala Omkar Carabia. Y es que no es fácil gestionar la incertidumbre que provoca la propagación del COVID-19 COVID-19, un escenario desconocido que debemos afrontar de forma individual y también colectiva, un reto que compete a toda la sociedad.
Ante las restricciones que han traído consigo la declaración del estado de alarma, Carabia, formador de profesores y director de la Escuela de Yoga Amari en Arbizu, optó también por el teletrabajo. “Quedaban dos semanas colgadas y por compromiso con mis alumnos y alumnas pensé en dar las clases a través del ordenador”, apunta. Si bien no ha sido fácil manejarse con las nuevas tecnologías, el lunes de la ssemana pasada ofreció su primera clase, repartida en tres vídeos.
Además, colgó otro vídeo de 10 minutos en Facebookcon un ejercicio de pranayama, juegos respiratorios y técnicas de relajación para calmar la mente. “Este vídeo es un recurso para cualquiera que puede aliviar un momento de angustia o preocupación”, apunta Carabia. “Antes de esta crisis estaba en paz y ahora sigo estándolo, muy bien acompañado de mi familia. Pero entiendo que hay personas que lo están pasando fatal y podría ayudarles mucho a gestionar sus emociones en esta situación”, abunda. No en vano, es experto en procesos respiratorios y gestión emocional. “La relación entre distintos hábitos respiratorios y determinadas emociones es muy estrecha”, observa, al tiempo que pone un ejemplo. “Una respiración agitada en el pecho conduce al enfado mientras que una respiración profunda en el vientre produce calma”, apunta. “Hay diferentes maneras de controlar nuestros impulsos a través del aliento y también formas de respirar para activarnos cuando es necesario”, añade.
Al respecto, destaca que el yoga no consiste en estirar músculos y realizar posturas más o menos complicadas. “Se trata de liberar tensión. Incluso de adelantarnos a las consecuencias del estrés para impedir que la tensión se acumule en nuestro cuerpo y en nuestra cabeza. Cada día descargamos el peso de lo cotidiano para poder comenzar la siguiente jornada a cero”, explica.
Así, para comenzar, seguirá colgando vídeos cortos en Facebook, en Omkar Carabia o Amari Yoga. “Ofreceré dinámicas para liberar tensión, ejercicios respiratorios que nos ayuden a recalificar nuestras emociones y ejercicios físicos elementales que nos mantengan en buen estado”, señala Carabia. “Si alguna persona quiere un trabajo más profundo puede contactar conmigo para darle acceso a clases completas”, observa.
Por otro lado, incide en que esta cuarentena “ofrece una oportunidad de oro para replantearnos una manera de vivir más sostenible, más solidaria y con más sentido. Estos días emocionan las acciones espontáneas de personas que se ayudan y que buscan el calor de los demás”, destaca este yogui.
Si bien lo ideal es comenzar a practicar yoga bajo la supervisión de un profesional que guíe en este camino, en situaciones excepcionales, soluciones al alcance de la mano. Así, este confinamiento brinda la oportunidad de comenzar con esta práctica milenaria que además de tonificar el cuerpo ayudará a reducir la ansiedad que esta situación puede generar. Para ello, a través del ordenador o el móvil, se puede acceder a infinidad de vídeos en YouTube, canales y aplicaciones. Una de las mejor valoradas es Down Dog, una app personalizable según el nivel y el tiempo, con más de 60.000 configuraciones diferentes. Además, será gratis hasta abril por el coronavirus.
Lo cierto es que desde que se decretó el estado de alarma, numerosos especialistas en yoga y meditación ofrecen a través de sus redes sociales sesiones abiertas, aportando así su granito de arena para ayudar a pasar la cuarentena de la forma más saludable posible. Y es que otra práctica recomendada para gestionar el estrés en el que coinciden numerosos expertos es la meditación con el fin de cuidar los pensamientos y observar los miedos antes de que se apoderen de la persona.
Ahora no hay excusas por falta de tiempo. Tampoco por el material necesario, un movil y una esterilla, que en el caso de no tenerla, se puede sustituir por una alfombra y una manta doblada. Así, poco equipamiento y espacio a la mano de cualquier persona, sin importar su edad o condición física, cada cual dentro de sus posibilidades y estado de forma para llevar a cabo una rutina saludable en estos largos días de encierro.
“Esta cuarentena nos ofrece la oportunidad de replantear nuestra vida”
Profesor de yoga