- Con menos de 130 habitantes, Tulebras es el municipio más pequeño de la Ribera con diferencia. En realidad, de los 128 habitantes (51 hombres y 77 mujeres) la gran mayoría trabajan fuera pero duermen y hacen la vida en esta pequeña localidad que vigila de lejos el Moncayo y situada a 5 kilómetros de Cascante. Sus dos polos de atracción son el Monasterio de Monjas trapenses, fundado en 1157, y un restaurante con muy buena fama en las localidades vecinas.

Como señala su alcalde, Andrés Planillo, es un pueblo “tranquilo” hasta el extremo de que si alguien se salta el confinamiento es fácil que los vecinos y vecinas lo identifiquen con nombre, dos apellidos, mote y nombres de los padres. Planillo es ganadero y agricultor, conocido porque ha ganado algún concurso de belleza de vacas. Su granja se encuentra en Cascante, por lo que cada día sale a trabajar.

Tulebras es una gran familia donde unos cuidan de otros, por lo que, como en todas las familias, tienen un grupo de whatsapp que aglutina a más de 80 personas, dejando fuera solo a alguna persona mayor que no se maneja bien con las nuevas tecnologías, pero algún familiar se encarga de avisarle. De hecho, desde que se decretó el estado de alarma, el pasado 14 de marzo, bandos y notificaciones llegan a través del grupo de whatsapp, que también sirvió para reprender a algunos vecinos que, al comienzo, salían a correr o al huerto. “Como es un pueblo muy familiar tenemos un grupo con más de 80 vecinos o familiares de vecinos, en el que también están las monjas, que la gente lo respeta muy bien. Se envían las recomendaciones del bando o las noticias”, explica el alcalde.

Pero no solo las noticias, al comienzo del confinamiento hubo ciertas dudas con la posibilidad de ir o no a los huertos y también algún despistado que los primeros días salió a correr. Dado que no tienen alguaciles y el paso de forales y Guardia Civil es escaso, la cosa se solucionó mediante un aviso por whatsapp. “Al principio alguno salió a correr, se le llamó la atención en el grupo y no ha vuelto a salir, porque aquí nos conocemos todos”.

En Tulebras no hay demasiada música ni animación desde los balcones, dado que de los 128, cerca de la mitad tienen más de 60 años y la gente más joven que viven en una calle determinada “tienen a un pariente con coronavirus y no están para mucha música”, explica Planillo.

La mayor complicación que han tenido sus vecinos, como en otros municipios, ha sido la de cuándo se puede ir o no a los huertos, si bien una vez aclarada la duda con la Policía Foral, las salidas son más bien escasas, y cerrar la fuente, ya que el agua de Tulebras es muy cotizada. Además, no existe ningún comercio y la alimentación se consigue o bien mediante familiares que abastecen a los más mayores, o cogiendo el coche y acercándose a Cascante.

“Al principio alguno salió a correr y se le avisó por el grupo y se arregló”

Alcalde de Tulebras