ace 23 años, el día 3 de mayo de 1997, fallecía en su casa de Gartzain, entre Elizondo e Irurita, Bittori Etxeberria Agerrebere, una de “las cuatro vascas” de la Red Álava de evasión y referencia fundamental del nacionalismo vasco en Baztan antes, durante y después del golpe de estado de Franco. Fue una de las más decididas y activas del grupo de baztandarras que participaron en al menos tres grupos que arriesgaron sus vidas para salvar otras muchas perseguidas por la represión franquista y el nazismo de Hitler y trasmitir información y documentos al exilio.

El reciente estreno por parte de Bira Produkzioak y dirigido por Beñat Iturrioz del documental Sans Nom Sarea (La red sin nombre) que actuó entre Orbaitzeta y Mendibe, ha traído a la actualidad aquellas impresionantes y solidarias redes de evasión. Esta “red sin nombre” no era muy conocida pero también salvó la vida a numerosas personas.

La muga del Valle de Baztan, más de 50 kilómetros desde Sara (Laburdi) hasta Urepel en la Baja Navarra se puede considerar como “el pasillo de casa” para muchos baztandarras que nunca han encontrado problema para transitar por ella. Y las relaciones, bien que históricamente más estrechas que ahora entre municipios de ambos lados, han sido absolutamente frecuentes y habituales.

La posiblemente más conocida de los grupos de evasión a través de Baztan fue la denominada Red Alava, por la persona de Luis Álava Sautu que sería fusilado el 6 de mayo de 1943. Habían pasado cuatro años de consumarse el golpismo fascista pero la sed de sangre de Franco, que negó el indulto solicitado incluso por el Vaticano, seguía siendo insaciable.

Otra fue la Red Comète que pasaba a pilotos aliados cuyos aviones habían sido derribados en combate, y les hacía llegar hasta Gibraltar para que fueran repatriados. Tomó parte en ella de forma destacada el baztandarra de Gartzain Alejandro Elizalde (le costaría la vida), que contó con ayuda de la familia Mihura de Urdax y del bajonavarro Pierre Elhorga.

En una tercera menos conocida pero muy activa entre los valles de Baztan y de Aldudes, e igualmente sin nombre, participaron los elizondarras Blas Marín y Alfonso Echenique, respectivamente alcalde y empleado municipal. Los dos se habían visto obligados a huir y establecerse en Aldudes por su ideología y simpatías republicanas.

Y aún, menos activo y de carácter más puntual, otra labor no exactamente de resistencia pero igualmente de carácter humanitario. Fue la que prestó ayuda para huir de la Francia ocupada por los alemanes a un número indeterminado de judíos.

Se tiene constancia de testimonios relativos al paso de personas, incluso de familias enteras de judíos ayudados a cruzar la frontera en época invernal, con meteorología muy adversa y en condiciones muy precarias,. Llegaban desde Bayona, donde la sinagoga Yehudá, con una comunidad que fue diezmada por la Gestapo y la Allgemeine SS, sería la que les consiguió mugalaris que les ayudaron a llegar por Baztan a Irun para intentar seguir ruta a Portugal. Es el caso menos estudiado y el más desconocido.