Un muro con memoria
Helena Santano y Koldo Arnanz han pintado un mural para los y las usuarias del centro de día de la Clínica Josefina Arregui - Se enmarca en el proyecto intergeneracional con alumnado de Altsasu
- La primavera en todo su esplendor ha recibido a los usuarios del centro de día de la Clínica Josefina Arregui de Altsasu a su vuelta esta semana después de casi tres meses de permanecer cerradas sus puertas por la pandemia. Y es que la naturaleza ha seguido su ritmo, con un paisaje renovado que Koldo Arnanz Zufiaurre (Altsasu, 1961) y Helena Santano Cid (Altsasu, 1970) han representado en un mural que ha dado vida la pared que delimita el acceso al centro de día. Se trata de una gran ventana desde la que asomarse para disfrutar de las vistas que rompen este muro, para ver Murgil, las peñas de Aitzarte y Sorozarreta y los montes de Altzania al fondo, unos parajes que forman parte de la memoria de mucho de los y las usuarias de este centro. Además, siempre será primavera y las vistas despejadas, sin esa niebla que no deja ver más allá, cómo a veces ocurre en sus mentes.
La idea surgió del propio centro, dentro del proyecto intergeneracional que la clínica lleva a cabo con alumnado del colegio público Zelandi y Sagrado Corazón. "Me propusieron realizar manchas de colores para que interactuaran las personas mayores con los txikis", recuerda Koldo Arnanz. Siempre dispuesto a colaborar, no se lo pensó. Además, invitó a Helena Santano a unirse a este proyecto. Tampoco tuvo dudas. Así, se enfrentaron al muro, de unos siete metros de ancho por tres de alto, que presentaba manchas de humedad que les sugirieron el interior de una cueva, con estalactitas y estalagmitas, y también un paisaje marino. "Las descartamos porque pensamos que salía de su contexto. Se nos ocurrió realizar una gran ventana al exterior", apuntan estos dos artistas.
Personas creadoras, no se conformaron con realizar manchas de color y dieron muestra de su arte en una representación realista del paisaje que oculta la pared, con más detalle en la parte superior. "Queríamos que fuera un muro abierto para que se intervenga en el paisaje, para que txikis y mayores pudiesen continuar la obra con flores, insectos, o yuxtaponiendo elementos", observan.
"La idea era que Koldo y Helena diseñaran un boceto y luego hacerlo los niños y niñas con los abuelos. Con el Covid la actividad se quedó colgada y se ha cambiado el plan", apunta Beatriz Villota, terapeuta ocupacional. "Ha quedado estupendo y da pena pintar encima. Haremos diferentes actividades con los usuarios del centro de día y cuándo vuelvan los niños y niñas lo tomaremos como una base para decorar encima dependiendo de la época", avanza. Asimismo, destaca que a las personas mayores del centro de día "les ha gustado mucho". Además, han pensado en dar continuidad al proyecto en la otra pared que delimita el acceso al centro de día, un muro blanco para que intervengan mayores y txikis.
La Clínica Josefina Arregui comenzó en el curso 2015-2016 con este proyecto intergeneracional, primero en la escuela de Urdiain y después en Zelandi y Corazonistas, con alumnado de 9 y 10 años. Su principal objetivo es favorecer la integración social de pacientes con demencia y educar desde la infancia en la tolerancia, el respeto y conocimiento de enfermedades, es especial la de tipo Alzheimer. Asimismo, es una herramienta de estimulación cognitiva para los usuarios del centro de día, cuyas capacidades cognitivas y físicas están menos deterioradas.
El proyecto comienza con una sesión interactiva ofrecida por un profesional de la clínica y continúan con una visita del alumnado al centro de día, donde participan con los pacientes en las sesiones de psicoestimulación. Después, los mayores devuelven la visita y acuden a los centros docentes, donde desarrollan con los niños y niñas una jornada de juegos y educación, enlazando juegos tradicionales y de actualidad.
Asimismo, hace dos meses se puso en marcha otro proyecto con alumnado de ESO de Corazonistas para sensibilizar y fomentar a los adolescentes sobre el proceso de envejecimiento y sobre la enfermedad del Alzheimer. Además, si pidió al profesorado trabajar conjuntamente con profesionales de la clínica para la creación de material curricular en que abordan diferentes aspectos de la enfermedad de Alzheimer desde diferentes ámbitos como las matemáticas, biología, ciencias sociales, ejercicio físico, ética o religión, con una perspectiva integradora, real y humana.
A pesar del coronavirus, este proyecto intergeneracional ha seguido adelante a través de la iniciativa Con el corazón contra el COVID-19, una manera para mantener el contacto con las personas mayores, a quienes los escolares de entre 11 y 16 años enviaron mensajes de ánimo, cartas y dibujos que cuelgan de los pasillos del hospital.
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