- A partir del próximo lunes, los habitantes de Aezkoa dejarán de contar con la única gasolinera y tienda de alimentación del valle, situada en la localidad de Aribe. Se trata de una estación de servicio, que también incluye un bar-cafetería, que lleva décadas prestando servicio a la zona y que, de momento, no encuentra un comprador.

Desde marzo ya se temía su cierre, pero la situación de la covid-19 y la presión de la población aezkoana y del entonces alcalde de Aribe Asier Txikirrin, hizo que su dueño se viera obligado a prorrogar el cierre hasta el 31 de agosto. Hasta entonces, el local estaba arrendado a Koldo Landa, vecino de Orbaizeta, pero las condiciones económicas del alquiler eran cada vez más exigentes y, a falta de acuerdos, el propietario decidió ponerla a la venta por una cantidad de 240.000 euros. Aunque hasta el domingo existía un posible comprador que prometía un rayo de esperanza, lo cierto es que desde ayer las posibilidades de venta vuelven a quedar desiertas.

Aribe es uno de los municipios de Europa con mayor proporción de servicios por habitante. De hecho, además de la estación de servicio, en esta pequeña localidad de 33 habitantes se concentran una farmacia, una carnicería, dos sedes bancarias, un taller mecánico, dos casas rurales, un hotel rural y el consultorio médico; además de que aquí tiene su sede la Junta del Valle, que a su vez congrega otras prestaciones como una emisora de radio o una agencia de desarrollo local.

Ahora, los vecinos y vecinas del valle se van a ver obligados a desplazarse varios kilómetros para ir a repostar sus vehículos. La estación de servicio más cercana se encuentra en Oronz, a 26 kilómetros de Aribe, y en Aurizberri-Espinal también se halla una gasolinera del tipo "low cost" con autoservicio las 24 horas, aunque en determinadas horas dispone de personal. "La gasolinera es muy importante porque es el centro neurálgico del valle y, además de sus habitantes, el primer sector también necesita ese punto de gasoil", asevera Karlos Bueno, actual presidente de la Junta de Aezkoa.

El cierre de cualquier negocio en el ámbito rural supone un lastre para la demografía de la Montaña que no ayuda sino a apremiar la despoblación. De ahí que exista un malestar generalizado en el Pirineo con esta decisión. "No entramos en el acuerdo de las negociaciones, pero en esta situación en la que estamos, no nos pueden dejar sin servicio. No estamos para cerrar nada, sino justamente lo contrario, para atraer a gente con ganas de trabajar y de tirar hacia adelante con la zona", lamenta Bueno.

A pesar de que el suministro de combustible no esté asegurado hasta que exista un nuevo adquisidor, al menos el servicio de alimentación se va poder cubrir de manera temporal. El mismo Koldo que hasta ahora era el arrendatario de la estación de servicio, tiene un supermercado móvil con el que recorre varios pueblos de Aezkoa, Urraul, Izagaondoa, Erro y Arce y ha pedido permiso para instalarse algunas mañanas y tardes en el antiguo edificio de Oposa en Aribe, ahora gestionado por Nasuvinsa. Así, ofrecerá servicio los lunes y martes por las tardes de 16 h a 21 h, y los viernes, sábados y domingos durante las mañana. Será una fórmula temporal, ya que Landa está a la espera de que se comiencen las obras de adecuación de un bar-cafetería de 40 metros cuadrados y una tienda de alimentación de 100 metros cuadrados en ese mismo edificio. "En cuanto vi que el propietario de la gasolinera cada vez me pedía más, decidí optar a lo de Oposa (el edificio de la patatera) y me encontré con mejores condiciones", reconoce Landa. Si todo va bien, las obras comenzarán el 10 de septiembre y concluirán en el mes de diciembre. Sólo queda confiar y esperar.

"La gasolinera es muy importante porque es el centro neurálgico del valle y el primer sector también lo necesita"

"No estamos para cerrar nada, sino para atraer a gente con ganas de trabajar"

Presidente Junta de Aezkoa