on varios premios a sus espaldas, la Biblioteca de Cascante tiene experiencia en convertirse en imán para difundir y atraer a lectores y eventos culturales que durante el año son numerosos, pero el confinamiento, primero, y las medidas sanitarias, después, ha trastocado muchos de los proyectos que tenían planeados para este 2020.

Como explicó una de sus responsables, Azucena Ayala, presentarse al premio María Moliner que otorga el Ministerio de Cultura, supuso un esfuerzo por el hecho de que tuvieron que hacerlo con muy poco tiempo de margen. "Este año ha sido todo muy incierto. Tenías que presentar un proyecto con todas las actividades de animación a la lectura, que es el alma del premio, que habías realizado en 2020. Pensábamos que no iba a haber convocatoria porque no se convocaba desde 2018".

Ayala indicó que "muchas de las actividades no se pudieron realizar, lógicamente, pero tratas de dar un poco la vuelta y tiramos mucho de convocar a los clubes de lectura a través de pantalla (por zoom), porque había que dar sensación de que seguíamos aquí, aunque la biblioteca estuviese cerrada".

En este sentido aseguraron que el esfuerzo ha valido la pena por el premio y los 2.000 euros que se han destinar a material (revistas, libros...). "La verdad es que al final nos presentamos más por mi compañera Estíbaliz Martínez y por el Coordinador Cultural, Juanjo Romano, que realiza un gran esfuerzo. Queríamos que el esfuerzo del Ayuntamiento tuviera un reflejo".

Pese a ello, muchas actividades planeadas no se pudieron realizar. La primera que pudieron llevar a cabo (en forma presencial) fue la presentación del libro de Charo Begué Nada es diferente después de todo, en relación con el pasado romano de Cascante. Junto a esta cita, la llegada del otoño dejó de nuevo el uso de la biblioteca en stand by, pero la lectura ha seguido manteniendo su pulso.

Según explicó Azucena Ayala, el confinamiento y la covid-19 ha devuelto a las personas, en cierta manera, la necesidad de lectura. "La gente tiene ahora necesidad de no quedarse sin lectura, porque el confinamiento pilló a todo el mundo desprevenido y en muchas personas surgió esa especie de desazón de no quedarse quedarse sin lectura. Nos preguntan a todas horas '¿pero no cerrareis, no?' y les decimos llévate y no esperes a quedarte sin nada para volver a venir. Es mejor que siempre tengas una remesa por si acaso".

En este reencuentro con la lectura destacan cómo los vecinos y vecinas están respondiendo muy bien a todos los protocolos . "Respetan todas las cuarentenas y todo", concluyen.

Con respecto al premio María Moliner señalaron que "es la tercera vez que nos premian, con lo cual también es un reconocimiento y que valoran tu trabajo".

"La gente tiene ahora necesidad de no quedarse sin lectura"

Bibliotecaria de Cascante