El ganado caprino se ha perseguido históricamente en Navarra ("cabra suelta, cabra muerta", se solía decir) por todos los estamentos institucionales o bien se ha limitado su pastaje a espacios muy concretos o de vegetación de escaso valor y aprovechamiento. Por ejemplo, en el caso de repoblaciones forestales o de existencia de árboles jóvenes, las cabras, por su carácter rumiante, son capaces de causar muy serios daños y de ahí que sean tan perseguidas.

Lo confirman los fueros y distintas ordenanzas de juntas generales de valles y pueblos, que sancionaban hasta su exterminación por los daños que causa, con todo y ser uno de los primeros animales domesticados y de servir de alimento e imagen de arte rupestre en las cuevas habitadas por el hombre.

El historiador Estrabon ya escribía respecto a los pobladores del lado septentrional de Iberia "incluidos los uascones" (sic) que todos responden a modos de vida similar y comen "principalmente carne de cabrón" porque abundaba y "los pastores explotaban con intensidad este ganado cabrío". Pero la cabra es rumiante activo como una segadora y ramonea aquí y allá todo lo que encuentra, hasta brotes jóvenes de arbolado o cortezas verdes que pueden acabar con cualquier especie forestal.

EN BAZTAN

En fechas recientes, se detectó su presencia en el comunal de Baztan, por lo que el Ayuntamiento decidió tomar medidas restrictivas. En efecto, el guarderío forestal municipal advirtió de la existencia de cabras en el paraje de Lizartzu, indicando que "no pueden ser aprehendidas y cuyos dueños se desconocen". Por ello, el Pleno, considerando la legislación vigente de Protección y Desarrollo del Patrimonio Forestal de Navarra, acordó publicar un bando en Baztan, Itsasu, Ezpeleta, Ainhoa y Bidarrai (municipios colindantes de Laburdi y Baja Navarra), concediendo un plazo para que el dueño o dueños del ganado lo retire del monte.

ASILVESTRADO

Transcurrido dicho plazo sin que las cabras sean retiradas y previo nuevo acuerdo, advirtió la Corporación que "declarará al ganado como animales asilvestrados, a los efectos de su caza". En la práctica, de ser así, tanto por el propio municipio o por los particulares, se entiende que podría ser cazado sin derecho a indemnización.

Al efecto, se recuerda que el Ayuntamiento de Bera decidió hace unos años adquirir un rifle para abatir a un grupo de cabras, entonces también pertenecientes a vecinos de Iparralde, que estaban causando serios daños en el patrimonio forestal. Las cabras son animales muy ágiles y veloces, que trepan con facilidad por terrenos escarpados y capturarlos vivos es complicado y de ahí que se tomen medidas drásticas.

Curiosamente, se conocen abundantes supersticiones relacionadas con esta clase de ganado. Así, se decía que "tropezarse con una cabra negra es funesto", pero "soñar con una cabra blanca es augurio de ganancia inesperada". Y muy popular un dicho que se las trae: "Es del hombre condición igual que la del cabrito o morir de chiquitito o llegar a ser cabrón".