Tal y como se temía, ya han vuelto a aparecer las primeras crisálidas de la mariposa o polilla Cydalima Perspectalis, una especie que se alimenta exclusivamente de boj y que, desde 2007, ya ha extinguido el 80 % de los bojedales salvajes de Europa.

Muchas se están reproduciendo estos días provocando graves daños en los bojes pirenaicos, pero, por suerte, otras han caído en las 200 trampas de feromonas que diversas localidades y concejos del Pirineo Navarro han colocado en los últimos dos meses en sus respectivos términos municipales.

La impulsora de esta gran iniciativa es la vecina de Abaurregaina/Abaurrea Alta Nayara Tanit, a su vez responsable del Museo de Estelas de la localidad. Gracias a su sensibilidad e implicación, desde el año pasado se ha formado una asociación sin ánimo de lucro llamada EzpelZaintza2050, cuyo objetivo es ralentizar la expansión de la plaga y ganar tiempo para desarrollar e implantar otras soluciones. Para ello, se ha invitado a 78 órganos de gobernanza transfronterizos a colocar una trampa de feromonas cada km2 de su territorio y actualmente, con los dos centenares de trampas se cubren más de 150 kilómetros cuadrados de territorio fragmentado en el Pirineo. "La conservación del boj salvaje y ancestral en el Pirineo es una necesidad apremiante que nos une entre los vecinos y a las administraciones. La acogida ha sido abrumadoramente positiva, pero hay quien aún desconoce la problemática que supone esta plaga", reconoce Nayara.

La plaga de esta polilla que ha puesto en peligro el boj supone la mayor crisis medioambiental que se ha vivido en el Pirineo. Desde la época glaciar, el boj es una especie predominante en la cordillera pirenaica y la región Sur de los Alpes, y cumple una importante función ecológica ya que, entre otras, destaca por su extraordinaria capacidad para captar, retener y liberar la humedad del suelo y del ambiente, así como su capacidad para retener sedimentos, creando las condiciones ambientales óptimas para el desarrollo de otras especies. "La inminente pérdida del boj en el Pirineo provocará cambios y daños irreparables. Afectará al suelo y al ambiente y generará una pérdida de biodiversidad en cadena", alerta la impulsora.

El boj es un arbusto resistente y de crecimiento lento, pero las orugas de la polilla, que al reproducirse pueden llegar a poner 150 huevos, son capaces de devorar extensos bojedales centenarios en sólo dos años. Y, aunque un 25% de los bojes defoliados rebrotan, mueren definitivamente al sufrir un nuevo ataque.

Desde que naciera la Asociación Ezpelzaintza2050 en el año 2020, ya son 40 los socios del Pirineo Navarro que se han unido al proyecto y, gracias a su ayuda, han pasado de tener 10 trampas a colocar más de 200. Entre ellos, se han sumado a esta iniciativa las localidades de Abaurregaina/Abaurrea Alta, Aintzioa, Orotz-Betelu y Olaldea, Gallués, Bizkarreta-Gerendiain y Burgi, y se esperan más adhesiones en las próximas semanas.

Asimismo, la Asociación sigue trabajando en la contención de la plaga de Cydalima perspectalis y la salvaguarda del boj mediante la creación de un banco de semillas. Desde su puesta en marcha, en sólo 40 días se logró recoger más de 154.000 semillas, cantidad que confían incrementar este año y que servirá para repoblar el territorio cuando la plaga muera por falta de alimento. "Estamos escalando la idea en otros valles y zonas del Pirineo y nos han animado a crear un centro específico que esté a la altura del problema", confiesa Nayara.

Hoy viernes se dará a conocer públicamente EzpelZaintza2050 en el frontón de Abaurrea Alta a las 19:30 horas y mañana iniciarán la campaña de recogida de frutos en el municipio.

La idea es animar y concienciar a los habitantes del Pirineo que viven entre bojes sobre la importancia de detener la invasión de la polilla. "Es tan fácil como recoger frutos, apuntar dónde se recogen y hacérmelos llegar junto al nombre del equipo recolector", admite.

¿QUIERES AYUDAR?

Donación . La Asociación EzpelZaintza ha creado una campaña de recaudación de fondos para contener la plaga de la polilla de boj y salvaguardar el mayor bojedal salvaje del mundo. El dinero recaudado (hasta ahora 507 €) servirá para el almacenaje de semillas que podrán repoblar el territorio de bojes cuando la plaga muera por falta de alimento, en concreto para la compra de un congelador y frigorífico industrial y 25 kg de gel de sílice. Además, para contener la plaga necesitan repartir en un radio de 12.500 km2 más de 13.000 trampas de feromonas. Han pedido colaboración a 72 ayuntamientos del Pirineo, pero aún falta un 20% de lo que necesitan. Para colaborar, consultar: www.gofundme.com/f/ayudanos-a-salvar-el-mayor-bojedal-del-mundo).