La mayoría progresista ha aprobado una declaración en el Pleno de hoy jueves para que el reloj de la antigua estación de autobuses sea considerado espacio de memoria, como homenaje a los dos republicanos que se escondieron en su interior para escapar de la represión franquista tras el golpe militar de 1936.

La iniciativa ha contado con los votos a favor de EH Bildu y Geroa Bai, los dos grupos que han presentado la propuesta, y del PSN, mientras que Navarra Suma se ha abstenido.

Además se ha aprobado por unanimidad una enmienda del grupo socialista para que el recordatorio no comprometa el destino del solar de la antigua estación, cuyo futuro sigue sin estar definido.

La iniciativa cuenta con dos puntos. En el primero se acuerda solicitar al Instituto de la Memoria que incluya el reloj de la estación en la red de espacios de memoria para su divulgación.

En el segundo se propone la colocación de un recuerdo o placa de homenaje a las personas que tuvieron que esconderse en Pamplona para escapar de la prisión o el fusilamiento.

Se cita en concreto a Enrique Cayuela, secretario del Ayuntamiento durante la II República, y Ramón Díaz-Delgado, catedrático de Filosofía y profesor de instituto.

Los dos utilizaron el reloj de la antigua estación de autobuses para ocultarse y evitar ser capturados y posiblemente fusilados, como sucedió con los dos hermanos del secretario municipal (entre ellos el presidente de Osasuna, Natalio Cayuela).

El espacio todavía se conserva. Se trata de un pequeño habitáculo de apenas un metro de ancho y un metro de altura, al que se podía acceder desde el tabique de una vivienda particular anexa.

Los dos republicanos utilizaron el escondite durante tres meses, hasta que pudieron llegar a la frontera y con la ayuda de un mugalari pasar a territorio francés.

Cayuela consiguió viajar a Chile, donde muchos años después sus familiares conocieron la historia y viajaron recientemente a Pamplona para visitar el escondite que seguramente le salvó la vida.

Su compañero Díaz-Delgado regresó a España al terminar la segunda guerra mundial. Fue expedientado y separado de su puesto hasta 1953, cuando fue rehabilitado aunque con la prohibición expresa de ejercer la docencia en Navarra durante 5 años.

Antes de iniciarse el debate entre los portavoces, ha tomado la palabra Ana María Rey Beaumont, como portavoz de la familia Cayuela, que ha recordado los detalles que le relató su madre Valeria sobre este episodio.

Ha mencionado los nombres de unos cuantos represaliados, entre ellos varios directivos de Osasuna, que fueron asesinados por los golpistas y ha pedido a todos los grupos que apoyen la propuesta o al menos no se opongan.

Para concluir, ha leído una carta enviada por los familiares de Cayuela desde Chile para apoyar la iniciativa y agradecer la labor desarrollada por el colectivo Osasunaren Memoria para dar a conocer este episodio.

La concejala de EH Bildu Eva Aranguren ha defendido la inclusión del reloj en la lista de la memoria para que los pamploneses conozcan esta historia.

El portavoz de Geroa Bai Patxi Leuza ha querido recordar en su intervención a todos los pamploneses que tuvieron que esconderse para evitar la represión, mientras que la portavoz de Navarra Suma Ana Elizalde se ha quejado de la precipitación en la presentación de la propuesta y de falta de información.

Por parte del grupo socialista, Xabier Sagardoy se ha mostrado muy emocionado por la historia y ha apoyado la iniciativa, recordando que el futuro de la antigua estación está sin definir.