La vida en el cauce de la PA-30 a su paso por Huarte es cuanto menos ruidosa y concurrida, pero también peligrosa para viandantes y ciclistas. Es por eso que el pasado 20 de enero comenzaron las obras de transformación integral de la ronda -que estaban previstas para el pasado mes de octubre y se retrasaron después a diciembre- , que permitirá mejorar la seguridad vial en un tramo por el que circulan al día más de 23.000 vehículos.

El Departamento de Cohesión Territorial, a través de la Dirección General de Obras Públicas e Infraestructuras, adjudicó a Excavaciones Fermín Osés S.L. por 1.487.183,96 euros las obras que prevén la construcción de pasos semaforizados, un nuevo recorrido peatonal y ciclable, y remodelaciones de las rotondas existentes en Olloki. En un primer momento, se planteó que la empresa adjudicataria dispondría de cinco meses para la ejecución de los trabajos.

La actuación, que permitirá mejorar la accesibilidad de peatones y ciclistas y conseguir una mayor fluidez en el tráfico rodado, se llevará a cabo en un tramo de aproximadamente 1,3 kilómetros que conecta el centro comercial Itaroa hasta el polígono de Olloki. Un tramo conformado por distintos comercios consolidados en el perímetro de la carretera, como son el Panadero de Eugui, el Asador Zubiondo, el Hotel Iriguibel o el bazar Merca Wang, que viven el reflejo de la vida de la carretera en su actividad y verán su día a día trastocado por las obras.

La primera fase de las obras de acondicionamiento, que comprende las dos glorietas más próximas a la urbanización de Olloki, supondrá la supresión ocasional de los accesos a las vías de servicio. Asimismo, según informaron desde el departamento, en la zona del entorno del centro comercial Itaroa se cortarán los carriles izquierdos -interiores- para realizar trabajos en la mediana.

Después, en una segunda fase de los trabajos, en la zona de las glorietas cercanas a Olloki se desviará del tráfico por las vías laterales de servicio y se suprimirán algunos giros a la izquierda de glorietas -con alternativa cercana-. Por otra parte, en la zona de Itaroa se procederá al corte de los carriles derechos -exteriores- para trabajos en aceras y zonas laterales contiguas.

UNA MEDIDA "PARCHE" Si bien se pudiera pensar que el Hotel Iriguíbel podría ser el ejemplo más claro de un negocio que se beneficia del constante trajín de tráfico de la PA-30, lo cierto es que "no favorece al hotel, ni al sector de servicios Itaroa". Así lo pone sobre la mesa la gerente Laura Iriguíbel, quien apunta que dichos negocios no están preparados para atender "a este tipo de clientes de paso porque ningún camión puede estacionar en nuestros aparcamientos".

Más preocupada por la seguridad de los viandantes y ciclistas, desde el hotel llevan tiempo "pidiendo que el Gobierno de Navarra ejecute el acuerdo para construir la variante de Huarte", una demanda en la que también ha insistido en diversas ocasiones el Ayuntamiento de Huarte. En este sentido, a pesar de valorar el bien que vaya a aportar la transformación actual de la PA-30, Iriguibel cree que esta medida no es más que "un parche. Lo que se debería hacer es una circunvalación para que nuestra carretera pueda convertirse en una calle más de Huarte con un tráfico mucho menor, más lento y sin camiones. No una carretera nacional", sentencia.

UNA SEGURIDAD INSUFICIENTE En la misma línea, quien tampoco disfruta de la ubicación de su negocio es el propietario del Asador Zubiondo. "De hecho, yo diría que el estar en una zona de paso de coches y sobre todo camiones es algo que nos perjudica", dice Mikel Mikelarena. Y es que, su clientela no la conforman camioneros, moteros o viajeros de paso, sino trabajadores de empresas de la zona entre semana y vecinos de Pamplona y los alrededores los fines de semana.

A pesar de ver como algo positivo el hecho de mejorar la ronda de Huarte, para Mikelarena, al igual que para Iriguibel, lo ideal sería desviar el tráfico pesado por una variante. "Hace tiempo se habló de descargar de tráfico esta zona y mandarlo por detrás de Itaroa, hacer la variante de Huarte, pero supongo que se habrá quedado en agua de borrajas", narra.

En este sentido, liberar la PA-30 de una constante de vehículos en la zona de comercios "aportaría tranquilidad a la clientela. Nos encontramos en una zona muy bonita que da al río Arga y es algo de lo que se pueden aprovechar las familias con hijos. El problema es tener una carretera principal tan cerca", añade el propietario del asador.

ADIÓS AL PARKING Preocupados por las obras que impedirán el flujo normal de la PA-30, desde el bazar Merca Wang se muestran menos optimistas respecto a las mejoras que puede traer la actuación en la carretera. "Teníamos 50 plazas de garaje y ahora nos los van a quitar. Poder aparcar el coche en la puerta para poder cargar bultos grandes era uno de nuestros puntos fuertes, pero ahora ni siquiera sabemos si habrá hueco para los coches de los empleados", explica Wang.

Fue precisamente la ubicación estratégica en una zona de paso y el espacio de estacionamiento lo que hizo que los encargados de la gran superficie se decantaran por el local que previamente estaba ocupado por el antiguo Jaucasa de Huarte. Pero el problema que señala el gerente del bazar no es nada nuevo, y es que dicho parking suele tener las plazas libres contadas porque allí aparcan también clientes de los comercios cercanos.

Clientes "de paso" Por su parte, el Panadero de Eugui, histórico negocio de Huarte que desde 2018 cuenta también con otro establecimiento en la Avenida Carlos III de la capital navarra, cuenta con una clientela fiel de la cuenca de Pamplona, pero según reconoce Roberto Fuertes, gerente del establecimiento, "el estar en una zona de paso también le da un conocimiento natural a todo tipo de clientes".

Aunque lo habitual al ir a desayunar, comprar el pan o darse un capricho dulce sea trasladarse hasta el lugar a pie, la ubicación del Panadero en pleno corazón de la ronda hace que el medio de transporte estrella para llegar hasta allí sea el coche o la moto, y en menor medida la bicicleta. "Aunque la mayoría de clientes sean locales, venir andando no es algo que muchos elijan porque la PA-30 es un no parar de camiones y puede resultar incómodo e incluso peligroso", apunta el gerente.

Es por eso que desde el Panadero de Eugui valoran de forma positiva la transformación de la ronda en el sentido de que "todo lo que sea generar mas confianza y que la gente pueda llegar de más formas, siempre será mejor para todos los negocios de la zona", añade Fuentes, quien cree que gracias al acondicionamiento de la carretera se incrementará el público potencial del Panadero, "sobre todo con el buen tiempo y en fin de semana".

En la contra, las inminentes obras "perjudicarán seguro a los negocios próximos -dice Fuentes-, especialmente a aquellos que vienen a comprar el pan a diario porque la carretera de acceso se verá afectada". No obstante, el gerente del Panadero de Eugui se muestra optimista: "Vamos a pensar que será un breve periodo de tiempo que una vez pase, será beneficioso para todos".