Año 2011. Carola Gutiérrez, alcaldesa de Ezkabarte, contacta con los músicos José Luis y Joselu Molina y les propone que creen una txaranga que toque en las fiestas de los pueblos del valle. Padre e hijo recogen el guante, reclutan a percusionistas, trompetistas, saxofonistas y trombonistas y en unos meses fundan EZK, que este viernes celebró su décimo aniversario en Arre, la localidad que les vio nacer.

Los 17 miembros de la Txaranga festejaron el cumpleaños con una ronda que amenizó el vermouth, una comida popular, un bolo a última hora de la tarde y, para culminar, un concierto a la noche. "Al principio, no imaginábamos que la txaranga fuera a llegar hasta el punto en el que se encuentra hoy, pero el trabajo ha dado sus frutos. Si seguimos en la misma línea, estamos seguros de que alcanzaremos los 15 y 20 años y quién sabe cuántos más", auguran.

Los inicios de la txaranga, recuerdan los padres fundadores, no fueron nada fáciles: "Al principio, fue difícil encontrar gente que quisiera unirse. Josecas Velasco -saxofonista e integrante de la txaranga desde los primeros días- habló con miembros de la banda de Burlada y unos cuantos se animaron. Poco a poco, fue apareciendo más gente y fuimos saliendo adelante".

Durante los primeros meses, ensayaron en un local de Arre que les cedía el Ayuntamiento de Ezkabarte y el primer bolo fue en noviembre de 2011. "Eran las fiestas txikis de Arre. Estábamos nerviosos, pero la verdad que salió bastante bien gracias a todo el trabajo que habíamos realizado", señalan. Para esta primera actuación, prepararon un listado de 20 temas.

A partir de ese momento, se fueron sucediendo más bolos, que se celebraban sobre todo en Arre y en el resto de localidades de Ezkabarte. Tres años después de la fundación, EZK salió del valle y tocaron en los quintos de Castejón. "Fue un bolo muy especial para nosotros porque era la primera vez que nos tocaba ir a otro pueblo y pasamos la noche allí", rememoran.

Tras ello, llegaron otras actuaciones fuera de Arre como el Gazte Eguna de Donosti en septiembre. Ese día, La Cofradía Vasca de Gastronomía organiza una tamborrada que conmemora la capitulación del Ejército francés en 1813 y la firma de las actas de Zubieta que dieron inicio a la reconstrucción de la ciudad. A raíz de esta actuación, explican, les surgió la oportunidad de tocar en la famosa tamborrada que se celebra cada 20 de enero. "Nos sirvió de trampolín y fue el punto de inflexión, permitió que la txaranga se fuera haciéndo más y más grande", inciden.

Con la Jarana

Otro de los momentos cúlmenes llegó en marzo de 2019, cuando la peña La Jarana les comunicó que les contrataban para San Fermín. "Nos pilló ensayando en Noáin, estábamos en medio de una canción y no nos lo podíamos creer. Fue un momento de euforia porque tocar en San Fermín es algo a lo que aspira cualquier txaranga y más siendo de Navarra. Para nosotros era un sueño hecho realidad que veíamos casi inalcanzable", confiesan.

A la txaranga le tocó currar de lo lindo en los Sanfermines de 2019: dianas, rondas mañaneras, la tarde en los toros y salidas nocturnas. "Aunque los días sean largos, disfrutamos mucho. Pasamos tantas horas juntos que cada día pasan mil cosas, sobre todo en la plaza de toros. Broncas entre nosotros, cubatas que nos tiramos encima, kalimotxos que llueven desde la andanada...", detallan.

En su debut sanferminero también vivieron momentos bonitos y se quedan con sus primeras dianas el 7 de julio y cuando tocaron una canción a la Pamplonesa por su centenario. La pandemia les ha impedido animar las calles de Iruña estos dos últimos años y por eso están deseando que las manecillas del reloj del Ayuntamiento den las doce en punto el 6 de julio.

17 miembros

En la actualidad, la txaranga EZK la conforman 17 miembros. Los percusionistas Joselu Molina, Asier Sánchez, Eder Sevillano y Odei Sarasa; los trompetistas Asier Ruiz, Ion Taniñe, Mikel Vergara y Ángel Lasheras; los saxofonistas Joseba Echeverri, Unai González, Borja Garísoain y Josecas Velasco; los trombonistas Oier Balda, Víctor Sesma e Iraitz González y los tubistas Juan Echeverría y Sergio Aracil.

De esta década de música, la familia EZK se queda sobre todo con las relaciones personales que han ido forjando. "Han sido diez años llenos de momentos muy especiales que los recordaremos toda la vida. Sobre todo nos quedamos con las amistades que hemos hecho porque de una manera u otra todas las personas que han pasado por la txaranga han dejado huella", afirman. Tampoco se olvidan de la peña La Jarana, los Dolphins "y una lista interminable de personas que han hecho posible que lleguemos hasta aquí", halagan.

LA FRASE

"Estábamos ensayando y nos llamó la peña La Jarana, que nos querían contratar para tocar con ellos en San Fermín"

Txaranga EZK