La vendimia ha llegado en 2022 a Navarra con un adelanto histórico por el calor de un verano que también a supuesto la incertidumbre sobre la cosecha en el sector vitivinícola, aunque finalmente la uva cosechada ha resultado de buena calidad y se espera una cosecha superior a la realizada el año pasado.

Son las previsiones de la sección de Viticultura y Enología del Gobierno de Navarra (EVENA) y del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Navarra, a la que pertenecen 85 bodegas y unos 2.000 viticultores de Navarra, que hasta el mes de octubre esperan recoger unos 68 millones de kilos de uva de las 10.000 hectáreas que componen el mapa vitivinícola de la D.O. Navarra. Esta cifra supone un 17% más de la del año 2021, aseguró ayer Javier Ochoa, de la Cofradía del Vino de Navarra.

Además, la escasez de agua ha provocado que la uva “presente un buen estado porque apenas se ha visto afectada por condiciones atmosféricas que puedan desencadenar una enfermedad”, explicaron. Estas condiciones han hecho que se vaya a cosechar una uva más azucarada y con menos acidez de la habitual.

Esta vendimia ha marcado un hito en los registros por su precocidad. Con un adelanto de más de una semana respecto a una campaña habitual, el incremento viene protagonizado por la Garnacha que vuelve a su producción habitual.

Esta vendimia es la más temprana de la historia por la pertinaz sequía y el encadenamiento de las olas de calor que han marcado en el termómetro temperaturas máximas y mínimas muy altas desde el final de la primavera y el inicio del verano hasta la fecha.

“Gracias al saber hacer de las bodegas y viticultores se recoge la uva en su momento óptimo y en un estado óptimo para la elaboración de una gran añada de vinos. “, afirmó el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Navarra, David Palacios.