Jesús y Raúl Mendoza, hijos de Milagros Mujika, fueron los encargado de dar comienzo a cinco días de celebraciones en Ziordia, un reconocimiento cuando se cumplía un año de su fallecimiento, cómo recordaron estos hermanos. Y es que el Ayuntamiento quería poner en el centro de estas fiestas el concepto de cuidado: de las personas, de los pueblos, y del planeta. “Nuestro pueblo ha tirado para delante gracias a esos cuidados y en la pandemia también. Esos cuidados que hemos conocido en nuestros antepasados han sido el motor para salir adelante”, observó la alcaldesa, Olatz Irizar

Al respecto, apuntó que Milagros Mujika, simboliza este concepto. “Hace muchos años atendía en los partos, nos puso vacunas a muchos y muchas de nosotras. Cuando moría alguien en el pueblo allí aparecía ella para ayudar. Milagros, sin saberlo y con humildad, escribió la palabra cuidados con mayúscula”, señaló, al tiempo que recordó que antes también hubo otras mujeres que durante décadas ayudaban en los partos, en colocar los huesos en su sitio o en poner inyecciones, personas fundamentales en la vida de los pueblos pequeños. Así, era un homenaje a esta ziordiarra y a todas aquellas que como ella, siempre estaban dispuestas a ayudar. “Ahora a los vecinos y vecinas del siglo XXI nos toca coger el testigo. No atenderemos partos, no pondremos vacunas pero hay muchas formas de cuidarnos. Sigamos pues con este maravilloso trabajo comunitario”, incidió la alcaldesa.

Asimismo, destacó que los cuidados y la atención sanitaria van unidos para denunciar la situación actual de la Zona de Salud de Altsasu, a la que pertenece, con media plaza sin cubrir. “Necesitamos médicos o médicas, necesitamos soluciones. Necesitamos profesionales que atiendan a nuestros vecinos y vecinas con el mismo mimo y la misma preocupación que lo hacían personas como Milagros”, indicó.

El Ayuntamiento dio la bienvenida a los niños y niñas nacidas en 2021. N.M.

Tras el cohete, el Ayuntamiento dio la bienvenida a los niños y niñas nacidas el pasado año, con la entrega de un pañuelo festivo. Eran: Kenza Michelle y Malik Alejandro de la Vega, Hegoa Urdiain Jiménez, Ilart Flores Mendia, Irai Maiza Mendinueta y Allende Díaz de Garayo Valgañón. Asimismo, homenajeó a las personas mayores del pueblo, Baltasar Otxoa y Luisa Landa, ambos de espléndidos 95 años. 

Baltasar Otxoa y Luisa Landa, de 95 años, los mayores de Ziordia. N.M.

Así, con reconocimientos arrancó el míercoles un engranaje que no parará hasta el domingo, con cerca de 40 propuestas para todos los públicos. El presupuesto es de 28.431 euros. Al igual que otros años, la comisión de fiestas, integrada por miembros de Erreka- artean Elkartea, ha sido la encargada de organizarlo. Así es desde los años 80, cuando el Ayuntamiento de Ziordia cedió un local a esta sociedad con la condición de que se hiciera cargo de esta tarea. Para ello, la junta directiva nombra a seis personas, cuatro nuevas y dos del año anterior.

El jueves será el día de las personas mayores, con lunch y mariachi al mediodía. Por la tarde, partidos de pelota y merienda. La verbena será con Trikidantz. El viernes los y las txikis serán protagonista, con parque infantil, comida y espectáculo de circense. Por otro lado, habrá un espectáculo de danza con Dantzarima en la chopera al atardecer. En el programa del sábado destaca el deporte, con partidos de fútbol por la mañana y prueba ciclista por la tarde. A la noche, Eztitan taldea y DJ Txumari.

Un grupo de txikis bailó varias coreografías tras el cohete. N.M.

Recuperación del Zortziko de Ziordia

El domingo a la tarde se bailará el Zortziko de Ziordia, recuperado gracias a la labor de la banda Haize Berrak, el txistulari Karlos Sánchez y el dantzari Iñaki Agirre. Y serán los dantzaris del pueblo quienes lo bailen en la plaza. “A partir de ahora, quedará en nuestras manos”, observó. Lo cierto es que el Zortziko es el baile festivo por excelencia en el valle de Burunda, una tradición que se ha mantenido a lo largo del tiempo en las romerías y fiestas de Altsasu y Urdiain, no así en el resto de los pueblos del valle. En Bakaiku, después de un par de intentos fallidos se recuperó en 2008 y en Iturmendi este mismo año, que se bailó en fiestas