Con mucha ilusión y ganas, pero también con mucho esfuerzo y empeño nació hace 35 años la Asociación Cultural Banda Joven de Marcilla, una entidad formada en la actualidad por más de 60 músicos de entre 14 y 75 años que ha llevado con orgullo el nombre del municipio ribero allá por donde ha ido.

Los primeros pasos, explica el director de la formación José Javier Malo, hay que unirlos o enlazarlos directamente con los de la escuela de música; allí había una agrupación que poco a poco fue consolidándose y creciendo hasta tal punto que llegó un momento en el que determinaron que debía tener entidad propia. Todo ello sin olvidar que, por aquel entonces, ya estaba la banda municipal, una formación con más de 100 años de historia que a día de hoy también dirige Malo y que tiene otros compromisos musicales.

El nombre, cuenta José Javier, se eligió porque todos los componentes, unos 25, eran jóvenes de entre 14 y 16 años. “Yo empecé en la escuela como profesor pero, tras acabar los estudios de saxofón, cogí las riendas tanto de la escuela como de la banda porque era de aquí y hacía falta alguien con implicación y ganas de tirar del carro”.

Al principio “fue complicado. No teníamos ni lugar de ensayo, ni atriles, ni nada de nada, pero era algo nuevo y teníamos muchísima ilusión. Además, poco a poco iban sonando mejor las cosas y era algo que nos motivaba mucho; había inquietud y ganas de mejorar”.

El debut, recuerda el director, fue con un concierto en el cine de Marcilla y después ya se metieron de lleno con las procesiones y el resto de actos propios de una banda.

Una familia

La formación, ya consolidada, cuenta con todo tipo de instrumentos y, aunque “siempre quieres compensar un poquito más, que haya algún oboe o trompa más y que la clave de fa no falle porque es el pulmón, lo cierto es que estamos muy equilibrados”.

A la hora de gestionar musicalmente a un grupo tan amplio, variado y diferente, explica Malo, “a veces puede ser difícil porque hay gente con estudios superiores, otros con mucha afición, y otros que igual se esfuerzan un poquico menos y, al final, hay que saber compaginar todo ello y lograr que tanto los unos como los otros se impliquen”. Por otro lado, y en el aspecto humano, insiste, “hay que intentar que la gente esté a gusto y que no se desmotive. Por ejemplo, siempre tomamos algo o hacemos cenas, y muy pocas de ellas sentados, después de cada actuación para tratar de que interactuemos todos”.

Los miembros de la junta, 10 en la actualidad, aseguran, además, que el director “tiene mucha mano izquierda y sabe equilibrar. De hecho, si a veces echa un grito o improperio, en seguida salta con una broma para destensar el ambiente”.

Y es que, recalcan, en los ensayos a los que acuden cada viernes a las 21.30 horas en torno a 40 músicos, “el ambiente es distendido, se percibe que la gente los disfruta y que no es una carga para ellos”.

Activos todo el año

Tras un periodo muy complicado motivado por el parón que supuso la pandemia, ahora han vuelto a la normalidad y solo paran brevemente de tocar en septiembre, después de fiestas. Y es que con el Ayuntamiento tienen algunos compromisos pactados como son tres conciertos (primavera, verano y otoño) y las procesiones de Semana Santa, el Corpus y San Bartolomé, así como varias corporaciones, la cabalgata de Reyes y el pregón (solo para los metales y la percusión), y el cuento de Navidad junto con la escuela de música. Además, colaboran y actúan cuando alguna otra asociación se lo pide.

Por otro lado, y entre las actuaciones top destacan el pasacalles en Disneyland Paris de este año, un viaje del que Malone Producción Audiovisual realizó un vídeo montaje de 25 minutos que proyectaron en el salón del castillo el pasado 7 de octubre, y también están el concierto de tributo a Queen con Pablo Líquido, el Musical de Musicales, la súper producción de Mamma Mía, o la actuación en el Retiro, de Madrid. Además han actuado con coros, con los gaiteros y la comparsa, han hecho conciertos de bandas sonoras con imágenes, y ahora están preparando, como colofón a este año, un concierto con temas de Eurovisión que harán junto con cantantes el 26 de noviembre a las 21.30 horas en el pabellón. Por último saldrán el día 22 de noviembre para celebrar Santa Cecilia (visitan la guardería y la residencia), realizarán el cuento de Navidad y puede que ofrezcan un concierto navideño.

El hecho de hacer cosas diferentes, apunta Malo, “está claro que es algo que a la banda le viene muy bien porque le da un plus”. Además, recalcan desde la junta, “es algo que merece la pena porque, al final, llevas el nombre de Marcilla, que es lo importante, allá donde vas. Creemos que la gente se siente orgullosa de pertenecer a la banda, y claro que ha habido momentos malos, pero también muchos muy emotivos y buenos, que es con los que nos quedamos”.

Futuro halagüeño

La evolución, finaliza Malo, “ha sido total”. De hecho, y de cara al futuro, no está nada escrito, pero “espero que sigamos en esta línea porque va bien y funciona. Además, creo que es muy, muy importante, que los vecinos y entidades le den el valor que se merece a las asociaciones culturales porque son, o somos, el motor de los pueblos; somos quienes los movilizan y dinamizan, y nos tenemos que apoyar entre todos”.