Ayesa ha sido la protagonista de la jornada de este miércoles al analizar en conjunto la despoblación en la Merindad de Sangüesa, una problemática que supone un reto para las entidades locales pero también para los agentes sociales y vecinos de la zona que buscan las alternativas para combatir esta realidad. 

El evento, organizado por DIARIO DE NOTICIAS, ha querido poner sobre la mesa distintas ideas para frenar esta situación. Ana Ibarra, adjunta a la Dirección de este periódico, ha señalado que “hay muchos proyectos de emprendimiento y los jóvenes están viendo nuevas oportunidades en el mundo rural. Ellos son los primeros que se sienten satisfechos viviendo en el pueblo”. 

Bernando Ciriza, consejero de Cohesión Territorial de Gobierno de Navarra, ha sido el encargado de inaugurar el acto y se ha referido a la despoblación como un reto “que no es solo una amenaza sino también un desafío”. El nuevo modelo de financiación local ha permitido que los ayuntamientos y concejos navarros dispongan de más financiación “y una estabilidad sin precedentes, con un horizonte anual”, ha afirmado el consejero. 

El acto ha contado en la primera mesa de debate con: Jesús María Rodríguez, director general de Administración Local y Despoblación, Ibon Mimentza, director general de Cederna Garalur y Roberto Lecumberri de la Asociación Amigos del Valle de la Bizkaia. 

Más de 100 medidas

“En la última comisión de lucha contra la despoblación hubo cientos de iniciativas relacionadas con este reto, además de un incremento de 31 millones de euros en financiación”, ha indicado Jesús María Rodríguez en la mesa, haciendo alusión a las 120 iniciativas que se han creado en la Merindad de Sangüesa junto con las ayudas que irán destinadas a distintos servicios.

Ibon Mimentza ha hecho hincapié en que estas medidas sirven para mejorar el territorio “porque estamos en una comarca muy rica y dos de cada tres tercios de los proyectos que se presentan tiene que ver con su patrimonio”.

Una apuesta firme por proteger y cuidar el medio rural pero que no está exenta de dificultades, puesto que “emprender no es fácil en ningún sitio” ha asegurado Mimentza. 

Para ello es necesario “capacidad de escucha, de respuesta y sintonía de realidad. Hay que escuchar a los que viven aquí y a los que nos visitan”, ha señalado Roberto Lecumberri con el fin de conectar las necesidades reales con la población civil.

Una transformación posible

Durante el acto, han estado presentes Javier Leoz, alcalde de San Martín de Unx y Jon Zamora, director de la Fundación Emplea.

Ambos han trasladado con optimismo al resto de los presentes varios mensajes que defienden que a pesar de las fuertes crisis y del éxodo “hay que buscar soluciones y crear un plan estratégico como hicimos nosotros para ir saliendo de esta situación”, como ha comentado el alcalde. 

El municipio, que suele estar identificado por el mundo vitivinícola, ha encontrado una fuente de ingresos a la hora de proteger y potenciar el turismo etnológico y el trabajo que genera: “Los que vivimos en el pueblo no nos damos cuenta de lo que tenemos, pero a los que vienen de fuera les atrae mucho”, ha explicada Leoz durante su ponencia. 

“Buscamos cuáles son los puntos estratégicos para generar actividades diferentes para sobresalir. El primer proyecto fue ecopueblo y el objetivo era formar a 15 desempleados en temas de la vid, de los cuales 3 consiguieron trabajo estable”, ha comentado Jon Zamora en cuanto a los proyectos que salen adelante y consiguen generar riqueza en el mundo rural. 

Emprender en la Merindad de Sangüesa

La segunda de las mesas ha estado compuesta por protagonistas del emprendimiento en el ámbito rural de la Merindad de Sangüesa como Camino Landarech, propietaria de la casa rural Fernando Egea; Imanol Ibero, agricultor y bodeguero; Iker Ibero, gestor de animación virtual del patrimonio; Esther Mendioroz, impulsora de la academia textil “El Taller de Esther”; y Elena Carlos, artesana textil y promotora del proyecto “Lo que yo hago”.

Todos ellos han puesto en común lo difícil que resulta emprender y la falta de ayudas que existen para comenzar un proyecto en el pueblo, pero también comparten la idea de que hay esperanza para recuperar la identidad de la zona y eso solo se consigue confiando en el propio proyecto y apoyando lo local.