Año tras año, desde hace casi medio siglo, en la iglesia de Iturmendi no falta un belén por estas fechas y no es un nacimiento cualquiera. Con una superficie de unos 18 metros cuadrados, se trata de un escenario preparado con cariño y mimo. “El montaje se recuperó en 1977 y desde entonces, Esteban Azpiroz y Gabino Beguiristain han mantenido y continuado la tradición de la instalación del belén”, señala Javi Beraza, una de las incorporaciones al equipo estos últimos años, junto con Juan María Lanz, Manuel Martínez de Ordoñana y Jesús Bengoetxea.

Además, la entrada de nuevas generaciones ha enriquecido el montaje, al que han introducido efectos digitales y de sonido. “Trabajamos el belén tradicional, con corchos, pero jugamos con las nuevas tecnologías para crear efectos sonoros y de iluminación”, explica. Así, el belén pasa del día a la noche, con preciosos amaneceres o atardeceres o en el camino se desata una tormenta de lluvia y nieve Lo cierto es que al belén, al que no le falta detalle, adquiere especial protagonismo, un mundo que transmite la ilusión de estas fechas. “Queremos compartir nuestro belén con la gente y animamos a todas las personas que quieran a que venga a visitarlo”, apunta Beraza; un motivo para acercarse a este pueblo de postal y perderse entre sus casonas centenarias. Se puede visitar hoy y el viernes, y ya con el nuevo año, los días 2 y 3 enero, en horario de 18.00 a 19.30 horas.