Los Arcos celebró ayer domingo la festividad invernal de San Vicente con gran afluencia de vecinos y vecinas que se concentraron en la plaza del Ayuntamiento. Este año además sin tener que realizar ningún tipo de restricciones. Una jornada en la que también se recuperó el reparto del pan a rebuche: las barras fueron lanzadas una vez troceadas por los concejales y voluntarios que subieron hasta los balcones del balcón del ayuntamiento. Abajo, decenas de arqueños y arqueñas se congregaron para recoger los trozos de pan y para “mantener viva esta tradición que es todo un tesoro para los que nos sentimos de Los Arcos”, comentó uno de los asistentes que disfrutaba de la recogida del pan en una bolsa y acompañado de su familia y amigos del reparto que caía desde arriba.

Los arqueños y arqueñas reciben el pan lanzado ‘a rebuche’ desde el consistorio.

Una tradición que en la villa se toma muy en serio y por la que el ayuntamiento se hace con 375 barras de pan que se reparte desde los balcones municipales lanzando los trozos partidos desde el ayuntamiento. “Hemos comenzado muy pronto esta mañana desde que nos han traído los panes y entre cuatro personas los hemos troceado para que luego se fueran lanzando”, comentó Natxo Aragüés. Lo que sí se incrementó considerablemente fue el reparto de las 552 botellas de vino “más de cien botellas que el año pasado pensando en que hoy era festivo y habría más gente”, comentaron desde la organización.

Los concejales lanzando trozos de pan desde el balcón consistorial.

La festividad de San Vicente con todo viene del lugar ya desaparecido de Yaniz entre los términos de Los Arcos y Etayo: “un despoblado en cuyos alrededores “se ven todavía despojos de edificios derruidos y los labradores la cultivar las fincas limítrofes encuentran con frecuencia osamentas y piedras labradas, indicios de un poblado que desapareció”, indicaba el siglo pasado el padre Pablo Rodríguez González en su obra Brochazos de la Tierrica, aseguraba ayer la vecina Ascen Gurucharri. Y es que Yaniz era un poblado que está al norte de la localidad, donde desde los ventanucos de la antigua iglesia se repartía el pan en esta fecha del 22 de enero. Una costumbre que ha sido recogida y mantenida por Los Arcos en su propia localidad incluso después de la suspensión hace dos años y tras el año pasado que se modificó la tradición y “se repartió el pan a mano por motivo de la pandemia”, recordó el alguacil de la localidad.

A pesar de la festividad local, el día de San Vicente también representa la fiesta de la juventud local “hoy muchas cuadrillas de jóvenes nos juntamos porque en Los Arcos siempre ha sido un día para la juventud y hoy todavía sigue siéndolo”, aseguraron unos jóvenes de la localidad.

La jornada también sirvió de encuentro entre los concejales e invitados en la casa consistorial donde el primer edil, Javier Chasco, que accedió a la alcaldía en 2019 encabezando la candidatura de Trabajando Por Los Arcos, hizo balance de la legislatura que según su opinión “ha estado marcada por la pandemia por la que hemos tenido que ajustar todo: tradiciones y fiestas”. Con todo, destacó el proyecto Siente Los Arcos “queremos rematarlo para marzo o abril, un trabajo de varios colectivos que contemplará varias rutas y vistas por la zona: tenemos que saber poner en valor el patrimonio que tenemos”, aseguró.

Desde la oposición, Germán Jiménez García de Villoslada, representante del grupo ILA (Independientes por Los Arcos), se mostró animado porque se acercan las nuevas elecciones municipales y “a Los Arcos le hace falta un cambio como el comer”. Para Germán, la gestión de la última legislatura ha sido “desafortunada” en un momento en el que la localidad ha recibido más ayudas que nunca “solo con el fondo de Haciendas Locales y lo recibido por la Autovía y el circuito supone cerca de 150.000 euros, además de las ayudas recibidas por el Gobierno de Navarra que han sido más abundantes que nunca y resulta que la cuentas que se van a presentar para este año están en negativo”, aseguró Jiménez quien se quejó de que el equipo de gobierno: “no dan información y no tienen rigor”.

Con todo, la jornada festiva se extendió por toda la localidad en la que a pesar del intenso frío, se realizaron numerosas comidas en las sociedades de la localidad que celebraron el espíritu de San Vicente: “un hombre que se olvidaba de él e incluso se abandonaba y todo con el fin de dedicarse a los demás”, aseguró, José Luis Soria, el padre agustino de Los Arcos “bueno vine con tres años a este pueblo así que creo que también puedo decir que soy de aquí”.