El Ayuntamiento de Leitza ha publicado el cuento Eskola bidean Tibur otsoarekin, un nuevo paso en su apuesta por la movilidad. Y es que en Leitza llevan tiempo trabajando en mejorar la accesibilidad y seguridad peatonal. Así, de una manera lúdica e imaginativa se invita a dejar los coches aparcados y caminar hasta los centros escolares. Para ello, se proponen unos caminos seguros que se marcarán breve con las huellas de Tibur, un lobo que salta del escudo de Leitza y toma su nombre de San Tiburtzio, el santo que se conmemora en fiestas, y ayuda a las niños y niñas a llegar a la escuela a salvo del peligro de los vehículos.

“Se han trazado los circuitos más seguros y accesibles que hay desde diversos puntos del pueblo hasta el centro escolar Erleta y a la escuela infantil Itzaire. Asimismo, se indican puntos de encuentro para que en el caso de que así se quiera, se puedan organizar grupos para ir en grupo a la escuela. Ha sido posible, en parte, gracias a las actuaciones que ha habido en los últimos años en deferentes calles, en aceras y en pasos de cebra”, explica el alcalde, Mikel Zabaleta.

Y es que tanto en Itzaire Haur Eskola como en Erleta Eskola, hay muchos padres y madres que llevan a sus hijos e hijas a clase en coche. “Además de generar problemas de tráfico, multiplica el riesgo para los y las peatones, lo que requiere una solución”, señala el alcalde, Mikel Zabaleta. Al respecto, destaca que las distancias en Leitza son pequeñas, y por tanto, facilitan los desplazamientos a pie y que el cuento quiere animar a txikis y jóvenes a ir a clase andando. “El principal objetivo es concienciar a niños, niñas y jóvenes sobre los beneficios de ir andando y de que padres y madres se conciencien de que el camino escolar es seguro”, observa.

Por otro lado, destaca que el cuento es un trabajo creado de forma participativa. “Aunque la idea nace del Ayuntamiento pero la historia del cuento y el nombre ha sido escrita por el alumnado de Erleta Eskola junto con el ilustrador Unai Ruiz e Iñigo Alduntzin, concejal de Euskera”, apunta.

Se han editado 500 ejemplares que se han repartido en los dos centros y se seguirá repartiendo a las nuevas familias que se incorporen a la comunidad educativa.

Lo cierto es que el Ayuntamiento lleva tiempo dando pasos para la convivencia de peatones y vehículos, con un plan de movilidad puesto en marcha 2017 para ganar espacios al peatón, primero en la plaza y después en otras zonas del casco viejo.

Por otro lado, se han llevado a cabo diferentes actuaciones para mejorar la accesibilidad, con la eliminación de barreras arquitectónicas, con rebajes en las aceras, rampas y la reorganización de aparcamientos en algunas zonas.

El alumnado de instituto Amazabal fue pionero en trabajar por unas calles más seguras para los peatones a la vez que accesibles. Así, en el curso 2017-2018 trabajó el proyecto Urratsez urrats, que ponía el foco en la sensibilización con dípticos informativos, cartas y un documental entre otras iniciativas. Entre otras cuestiones, realizaron un informe en el que se recogía que en Leitza, con 2.856 habitantes, había 1.950 vehículos. Asimismo, realizaron un recuento del tráfico y midieron las distancias entre diferentes puntos: 535 metros desde el Ayuntamiento a la escuela, otros 250 metros al centro de salud y 770 metros a la zona industrial. Asimismo, se recogían diferentes problemas que había en Leitza, algunos de los cuales ya se han solucionado. Y es que este informe fue una herramienta muy útil para el Ayuntamiento para poder avanzar en esta senda.