Los mayores de Bakaiku dieron ayer comienzo a cinco días de celebraciones. Y es que Margari Urrestarazu, presidenta del Club de jubilados Hiru Haitz prendió la mecha con la que estalló la fiesta. “Decidimos que lanzara el txupinazo el club de jubilados, que es otro colectivo del pueblo y lo tiene bien merecido”, apuntó Saioa Zelaia, concejala de Cultura. Lo cierto es que a este club, que engloba a medio centenar de socios y socias, le sobran méritos, por veteranía y trabajo por y para el pueblo. “Prepararon su local en auzolan”, recordó la concejala. “A los pueblos pequeños no llegan la subvenciones”, lamentaba Urrestarazu, quien destacó que con sus pocos medios, organizan diferentes actividades a lo largo del año.

Margari Urrestarazu compartió el cohete con las socias y socios de Hiru Haitz.

Ayer también fue el primer auzate, los almuerzos y meriendas que sucederán hasta el martes, ofrecido en esta ocasión por la Sociedad de Cazadores de Bakaiku y amenizado por Txorongo txaranga. También se bailó el Zortziko de Bakaiku, recuperado en 2008, después de dos intentos fallidos. La fiesta continuó con verbena en la plaza. Tampoco faltaron bombas japonesas entre carreras de txikis.

En relación al programa, la concejala destacó que es posible gracias a vecinos, vecinas y colectivos “que trabajan por unas fiestas participativas, paritarias, euskaldunes y populares”, al tiempo que incidía en que “en Bakaiku no se admite ningún tipo de agresión sexista”. Hoy animarán la mañana los grupos de Kantuz de Bakaiku, Arbizu, Etxarri y Altsasu. Después habrá comida popular con calderete en la plaza, con bertsolaris en la sobremesa. Por la tarde, partidos de pelota y verbena.