Aibar abre un año más sus puertas al Campus de Acordeón que lleva su nombre desde hace once ediciones, y llega renovado a la presente con nuevas propuestas fruto de la combinación de narración y conciertos de calle y tradicionales, al tiempo que suma nuevos escenarios, como Sangüesa, a las plazas habituales: la villa anfitriona y sus vecinas, Leache y Lerga.
Desde sus inicios han transcurrido trece años (la pandemia les robó dos) y en este periodo, la organización ha conocido a cuatro alcaldes: Manuel Martínez, Pedro Lanas, Aritz Burguete y Kike Martínez. Todos les brindaron una excelente acogida, les confiaron las llaves del pueblo: ayuntamiento, escuela, albergue y auditorio. Y así fue también el martes, como señaló el regidor actual, Kike Martínez, en el recibimiento oficial que tuvo lugar en el salón de plenos. “Aibar es un pueblo pequeño que se hace grande con este campus de calidad y esperamos que disfrutéis de sus noches de verano, después de estar todo el día estudiando”. Su deseo fue recogido por el alumnado compuesto por 17 estudiantes procedentes de Navarra, Bilbao, Zaragoza, Valladolid junto a sus familias.
Izaskun Andueza, de Oibarko Soinujoleak, organizadora del evento junto al Conservatorio Superior de Música de Navarra y el Conservatorio Profesional de Música Pablo Sarasate, agradeció al alumnado su interés, a los ayuntamientos su confianza y apoyo, a la vez que destacaba la gran afición de Aibar por la música y el éxito del campus. “ Es mezcla de aprendizaje y servicio. Cada año nos llaman más de los pueblos de al lado para dar conciertos”.
La monitora Rakel Ortega apuntó las actividades complementarias (arborismo, rafting y taller de percusión) a lo que calificó “una oportunidad de compartir la pasión por la música” . Finalmente, los profesores Ángel Luís Goñi (Pablo Sarasate) y Nekane Iturrioz (Conservatorio Superior) dieron las últimas pinceladas de unas jornadas “de aprendizaje y disfrute en familia y en piña”.
Clases y conciertos
El éxito cosechado en anteriores ediciones ha hecho que el XI Campus de Acordeón de Aibar/Oibarko XI.Akordeoi Kanpusa haya cerrado sus inscripciones antes de tiempo, ocupadas todas sus plazas disponibles. “17 es el número para impartir una formación y atención de calidad. Lamentablemente, se ha quedado gente fuera”, comentaba Nekane Iturrioz. La profesora de acordeón del Conservatorio Superior de Navarra forma el equipo docente junto a Javier López Jaso (profesor del Conservatorio Profesional Sarasate y del Superior de Navarra) y Ángel Luis Goñi (Profesional Sarasate). En la presente edición tienen como profesor invitado a Iñigo Mikeleiz (natural de Barañáin, antiguo alumno del campus, procedente de Londres donde desarrolla s u carrera). “Es un privilegio contar con él. Su presencia es estimulante, un ejemplo para el grupo”, apuntaba Nekane.
El campus se divide entre las clases diarias y los conciertos, en los que participa todo el alumnado. Los de este año tienen un carácter multidisciplinar manifiesto en el primero de ellos, con estreno de camisetas. Fue ayer en la iglesia de Leache, Rememorando los sonidos silenciados de la Bizcaia, con narraciones de Juan Recalde y tema de Jesús Aiesa, Bizkaia (vecinos y autores de textos y música). Hoy le toca a Aibar. Le han llamado Acord-Arte y responde a un recorrido por su historia entre balcones con narraciones de Iñigo Aldunate. (21.30 horas, salida iglesia de San Pedro) Mañana será el de Lerga (iglesia de San Martín, 19 horas). El colofón a este campus de conciertos tradicionales y nuevas propuestas será el domingo en Aibar (auditorio Álvaro Aldunate, 13 horas). Sangüesa se reserva para noviembre (en torno a Santa Cecilia).
La inmersión en la intensa semana de Aibar dará su fruto, no solo en estos escenarios si no en el próximo curso. “Este campus cunde como un trimestre. Se aprende un montón y te da seguridad de vuelta a las aulas en septiembre”. Lo afirmaban Adrián Martínez Arpón y Asier Capón Muñóz, ambos de 22 años, de Galar y Erice de Iza respectivamente. Alumnos del Superior de Navarra. Estos veteranos del campus consideran el acordeón como un instrumento “completo y festivo” . Disfrutan cada año con las misma actividades y crecen musicalmente.
Desde Valladolid ha llegado Claudia Lorenzo Carrascal, de 13 años, alumna de 3º del Profesional dispuesta a “aprender cosas del acordeón de otra forma y a pasármelo bien”. Igual que Urtzi Larrabeiti Zubero, de 12 años de Galdakao (2º Profesional) animado por su profesor “a exprimir los sonidos y posibilidades del acordeón”.
Será un verano especial en su camino de trabajo y aprendizaje que tal vez les lleve a lograr vivir de su pasión, el acordeón y la música, y sin duda, a disfrutar de ella. De momento, van a mostrar su conocimiento del instrumento en conciertos al uso y a participar en esta edición innovadora del campus. “Intentamos que cada edición tenga algo diferente y tenemos objetivos más ambiciosos para 2024, siempre sin perder la esencia del campus: apoyar a los pueblos pequeños que han apostado por nosotros: Aibar, nuestra sede, Leache, Lerga, Ayesa (2022) Sangüesa (2023). Estamos convencidos de que la educación musical es una de las áreas que más contribuye al desarrollo de la creatividad y a la formación integral del alumnado, por eso creemos necesario que autoridades políticas y educativas promocionen eventos que nos ayuden a mejorar su nivel cultural. Tener ayuntamientos (con recursos limitados) que lo hagan y que apuesten por nosotros año tras año es digno de mención”, subrayaba Nekane Iturrioz.
