Dos dramas familiares y un robo en una casa de apuestas que unirá a ambos dramas en un mismo destino. Ése es el origen de Fatum, la primera película del Gallego Juan Galiñanes que ha presentado en el Festival Ópera Prima de Tudela. El realizador, proviene del mundo del montaje y del guión lo que le hace tener una perspectiva más amplia de cómo gestionar escenas de acción, ya que por sus manos han pasado series como Hierro, La unidad o películas como Quien a hierro mata y solventa de manera magistral su primer largometraje tras su premiado corto 3-1=0.
En Fatum (destino en gallego) se aborda la irreversibilidad del destino y de cómo las diferentes circunstancias van llevando a los personajes hacia el desenlace final. Pese a ello Galiñanes ha asegurado en Tudela que no creía en el destino, “creo más en cómo afrontamos la vida y nuestras decisiones, eso es lo que hace que las cosas pasen. Existe el azar, no todo ocurre como queremos. Es una de las grandes cuestiones de la película si el destino es tan inexorable que hace que las cosas tengan que ocurrir así o si los personajes tienen algo que ver. y hay un poco de las dos cosas. Creo que existe la suerte pero no dejo en sus manos lo que pueda ocurrir en tu vida”.
“Estoy orgullosa porque no tiré de mis hijos para ponerme en situación, no podía jugar con eso”
Detrás de la tensión del thriller, protagonizado por Luis Tosar y Luisa Mayol (pareja también en la vida real), Alex García, Aaron Piper y Elena Anaya, se esconde también un drama humano, “el thriller es una excusa para mostrar un drama emocional y humano, es un envoltorio, fuegos artificiales que ayudan a meter la tensión y que sirva de marco a la historia. Es un trabajo donde prima el trabajo de los actores y actrices”. Para el guionista y realizador “la pregunta que hace la película es ¿qué no estarías dispuesto a hacer por un hijo?. ¿Qué podemos llegar a hacer? Quienes tienen hijos y quienes no la perciben de una forma diferente. Tener un hijo nos hace tener una perspectiva diferente de la vida, es algo que te hace ver el valor de la vida”.
Galiñanes gestó tres proyectos cuando fue padre y coincidió con el cierre de su antigua empresa, por lo que tuvo que decidir “si ponía un bar, seguía dirigiendo animación como hacía o me ponía a crear”, ha explicado. Así, “me puse a escribir porque creo que tengo cosas que contar y sale Quien a hierro mata, Fatum y 3-1=0, que tienen mucho que ver con la paternidad. De esa sensación salen un montón de historias y entre ellas Fatum pensando hasta dónde llegarías por un hijo”.
“El thriller es una excusa, fuegos artificiales para mostrar un drama humano”
Una de las claves del éxito de la película es el montaje, una profesión a la que lleva dedicándose 20 años, en su inicio como director y montador de películas de animación. Las escenas iniciales del atraco a la casa de apuestas desvelan perfectamente cómo todo esta medido al milímetro. “En animación el montaje es más difícil que en imagen real. Te tienes que inventar todo, calcular todo, te vuelves loco. Eso me ayudó a darme cuenta de la importancia de cada plano y de su duración. Fue una de las cosas más importantes en mi carrera, el haber empezado por ahí, ahora prefiero la gente en carne y hueso. Yo digo a todos los que trabajan en cine ‘pasad por una sala de montaje porque ahí ves lo que vale cada decisión que se toma, incluso las de maquillaje. El montaje te da todas las claves de como funciona el cine”.
Para la actriz Luisa Mayol, la experiencia de Fatum ha sido “uno de los trabajos más importantes en mi carrera y un auténtico desafío muy intenso” porque “estaba muy lejos de mi realidad” máxime cuando se puso como reto no pensar en sus hijos para ponerse en situación de la madre, “me propuse no tocar a mis hijos, no quise tirar de ellos para poner en situación pero no me lo quise permitir, no podía jugar con eso y estoy orgullosa porque en ningún momento estuvieron en mi pensamiento”.
