La Peña Alegría de Iruña no volvió el domingo de vacío en la Operación patata por los pueblos de Sakana, donde apelaron a la generosidad de los y las sakandarras para aprovisionar la despensa de la residencia de las Hermanitas de los Pobres de Pamplona. Se recogieron unos 1.000 kilogramos de patatas además de unos 500 kilogramos de calabazas junto a manzanas, nueces, cebollas, puerros o acelgas entre otros productos de la huerta así como 430 euros. “Estamos muy contentos, y las monjas también, que nos han recibido con aplausos”, contaba ayer Fernado Setoáin, coordinador de esta iniciativa que comenzó su andadura en 1962 y solo se ha interrumpido en dos ocasiones, la primera cuando se trasladó la residencia y la segunda en 2020, por la pandemia .“Mientras la gente siga dando, seguiremos viniendo”, observó.
Así son seis décadas en los que voluntarios y voluntarias de esta peña dedican parte de su tiempo a ayudar a los demás, una intensa mañana que comienza a las ocho y se alarga hasta primeras horas de la tarde cuando vuelven a Pamplona con una cosecha de solidaridad. Ayer se apuntaron a la tarea Julen Zelaia, Jon y Eneko Flamarique, Benjamín Rekarte y Charo Huarte, además de Setoáin. También ayudó Miguel Gaztelu, trabajador de la residencia, y Gabriel Martínez, conductor del camión de Abaigar Construcciones, que colabora en la recogida, al que ayer se unió su familia.
Anunciada por megafonía, la ruta comenzó en Urdiain a las nueve de la mañana y continuó por Iturmendi, Bakaiku y Etxarri Aranatz, donde pararon para almorzar. De allí se fue a Arbizu y prosiguió por Lakuntza, Arruazu, Uharte Arakil, Irañeta, Ihabar, Hiribebrri y Satrustegi.
El recorrido es siempre el mismo, el único que queda de una operación que en su día llegó a recorrer buena parte de Navarra: Roncal, Salazar, Aezkoa, Arce-Erro y dos rutas en la Ribera además de la de Sakana. Así, en los años 70 se llegaron a recoger 80.000 kilógramos de patatas. Lo cierto es que mucho ha cambiado desde entonces, y apenas se siembran patatas pero continúa vivo el mismo espíritu de solidaridad.
UHARTE ARAKIL
La Peña Alegría de Iruña cuentan con unos ayudantes de lujo en Uharte Arakil, un grupo de jubilados del Club Donibane que se encargan de recoger en las casas del pueblo para facilitar su trabajo a los voluntarios de la peña. También anunciados por megafonía, Pello Gorriti, los hermanos José y Antonio Huarte, Félix Goikoetxea, José Gorriti y José Mari Olasagarre fueron casa por casa desde primeras horas de la mañana y una vez finalizada la kalejira reunieron todo lo recogido en una bajera. Hasta allí acudieron los voluntarios de la peña, encantados por la ayuda brindada y también por la cantidad de alimentos que habían recogido los jubilados. “Hacen una labor impresionante. Ellos son los auténticos protagonistas, también todas esas personas que año tras año responden a nuestra llamada”, destacó Setoáin.
