Si bien el bordado se ha relacionado tradicionalmente con las mujeres y un tipo de construcción de la feminidad ligado a la sumisión y la virtud, también puede ser un medio de expresión para reivindicar el feminismo; una herramienta comunicativa y de estrategia de resistencia feminista. Así, dentro de la programación organizada por el Servicio de Igualdad de la Mancomunidad de Sakana en torno al 8 de marzo, junto con Emhari taldea y Erbili, organizaron este pasado sábado en Etxarri Aranatz Hariak hitz/Así hablan los hilos. Y es que quisieron darle la vuelta a esta tarea, realizada normalmente en la intimidad del hogar, con un encuentro de mujeres; un modo diferente de hacer comunidad.

Comenzó a las 10.00 horas, con un taller adaptado a las conocimientos de cada personas, a cargo de Alazne Juaniz, de Erabili. Así, enseñó puntadas sencillas para aquellas mujeres que se acercaban a este mundo, con mayor y menor destreza con la aguja. Dado que hacía frío, fue en el comedor de Derry Taberna en vez de la plaza como estaba inicialmente previsto. Después fue el encuentro propiamente dicho, en el que las mujeres que se estrenaron con esta técnica realizaron broches, mientras otras continuaron con labores ya comenzadas. Además, ayudaron a aquellas menos avezadas.

Asimismo, se pudo ver en la plaza una exposición de bordados realizados por el grupo Emhari y también sobre la historia del bordado y las mujeres.

“Con el bordado nos querían ocultar en el hogar pero fue una semilla. Se utilizó para realizar reivindicaciones y dejar mensajes, como fue el caso de las sufragistas”, apuntó Juaniz. Además, bordar disminuye los niveles de estrés y favorece la capacidad de concentración. “Entras en un estado de meditación. Con la repetición de movimientos que ejerces con las manos al bordar, consigues llegar a un estado de concentración que llaman mindfulness o atención plena. Repetir las puntadas una y otra vez produce un efecto de relajación parecido a la meditación”, contaba Juaniz.

En esta quedada no faltó café y pastas. Además, contaron con una compañera de lujo, Pantxika Lamur, que aportó reflexión y mucho humor. Todas juntas salieron a la plaza, donde se hicieron la foto de rigor.

Era el segundo encuentro organizado por el Servicio de Igualdad, Emhari y Erabili. El primero fue en noviembre de 2022. Entonces se unieron más de 500 trozos de tejidos que realizaron cientos de mujeres de Sakana en red contra la violencia hacia las mujeres.