La alcaldesa de Almandoz, Beatriz Echeverria, junto con 97 vecinos y afectados, han vuelto a solicitar la denegación del denominado “plan de restauración del permiso de investigación Uzketa 2-3601”, promovido por Canteras Acha, SA en el término municipal de Baztan.

Para mostrar su desacuerdo con el proyecto cuyo objetivo final es “la apertura de una cantera con nuevos frentes de ofita para la extracción de este material” han enumerado y expuesto diversos motivos: El tránsito de tráfico pesado por el núcleo urbano, las distancias a diferentes elementos como el depósito de agua potable que da servicio al pueblo, la ubicación en un espacio protegido y de especial conservación o el perjuicio que supondría para otros sectores económicos como el turismo o la ganadería.

Los vecinos firmantes denuncian que “la apertura del hipotético nuevo frente de explotación minera dejaría la localidad de Almandoz rodeada totalmente por dos minas, con el evidente perjuicio que dicha situación originaría”. Recuerdan, además, que este proyecto ya ha sido rechazado anteriormente por la Junta General de Baztan y el Batzarre de Almandoz.

Según indican, “queda claro que la apertura del nuevo frente de explotación tiene como objetivo principal nutrir de material a la planta de bituminosas, en funcionamiento desde 2008 sin contar con licencia de apertura, por no cumplir los requisitos exigidos en la licencia de actividad”.

Añaden, además, que se trata de un proyecto “deficitario”, dado que “no contiene valoración alguna de los distintos elementos a tener en cuenta tal y como recoge la ley de minas”. Destacan, por ejemplo, que “el depósito de agua potable se encuentra en una parcela rústica afectada por el proyecto y la conducción que alimenta el depósito y la que suministra el agua al pueblo atraviesan las cuadriculas mineras objeto de estudio”.

Por otro lado, recuerdan que este proyecto se plantea en el interior de un espacio protegido denominado Red Natura 2000, un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Conservación (ZEC), y que lo que se plantea es “una actividad con elevado impacto ambiental, con afecciones paisajísticas, de generación de polvo y ruido, y destrucción de hábitats”.

Subrayando la necesidad de “valorar en profundidad todas las afecciones, económicas, medioambientales y sociales”, denuncian que, con la apertura de un nuevo frente, “la posibilidad de mantenimiento y desarrollo de actividades económicas, tanto turísticas como ganaderas se reduce a cero”, y es que “con la continuación de dicho proyecto, todo el espacio físico que rodea el pueblo sería cantera”.

Por último, como el presupuesto de la memoria se trata de junio del año 2011, plantean serias dudas en cuanto a la suficiencia del presupuesto para adecuarse a “las necesidades reales del momento”.