El esperado veranillo de San Miguel se hizo sentir ayer y vaso en mano, cientos de personas se refrescaron con la mejor sidra de Navarra en Lekunberri, bien escanciada para despertar el carbónico dormido. Y es que era el Sagardo Eguna, la décimo novena edición de una fiesta que anuncia que ha llegado el tiempo de recolectar la manzana e iniciar la elaboración de la sidra de la nueva temporada.

La fórmula fue la de siempre, la compra de un vaso por el precio de 4 euros con cinco vales para degustar la sidra de cuatro productores: Martitxonea, de Aldatz; Larraldea, de Lekaroz; Toki Alai, de Lekunberri y Perkatzenea, de Madotz, que forman parte de la Asociación de Productores de Sidra de Navarra. Hay una quinta, Lindurren borda, de Lesaka, que no puedo acudir ayer. “Es un día de encuentro entre los productores de sidra, de manzana y de los sagardozales” apuntó Inaxio Begiristian, secretario de la asociación.

La sidra corrió de vaso en vaso. Se vendieron 480 unidades. Nerea Mazkiaran

Ya con la mirada puesta en la nueva sidra, destacó que este año habrá que traer manzana de fuera, de Normandía y Galicia en su caso, tras una mala cosecha. “El año pasado fue estupenda. Recogí unas 25 toneladas y este año serán 3 como mucho”, observó, al tiempo que recordaba el fenómeno de vecería, la alternancia de cosechas buenas con malas.

Asimismo, se pudo degustar zumo natural de Ekosagar, de Oskotz y de Perkatzenea además de producto local como miel, queso, pan o embutidos junto a artesanía en una pequeña feria. Para acompañar a la sidra no faltaron talos.

KIRIKOKETA

Al mediodía fue la kirikoketa, la recreación que hace el colectivo cultural Jo ala Jo de Baztan del machacado y triturado de la manzana, una fusión de trabajo y ritmos que hacían más llevadera esta laboriosa tarea. Así, con largas mazas, Intza Gartxitorena, Mairu Garisoain y Javier Leoz fueron alternando ritmos sobre los tablones, acompañados de Patxi Larralde con el txistu y el ttun-ttun. Asimismo, Xabi Torres contó el proceso y su historia. “Kirikoketa es una onomatopeya de un ritmo de trabajo. Se utiliza de forma lúdica sobre un tablón cuando acaba la tarea”, resumió.