Un potro de Oronoz gana el Campeonato de España de caballos árabes

Durante el XLIV Campeonato Nacional de Caballos Árabes, celebrado en las Caballerizas Reales de Córdoba los días 19 y 20 de octubre, un potro de pura raza árabe criado en Oronoz se alzó como Campeón Nacional en la categoría Yearling.

El potro Masheikh Al Zubi, nacido y criado en la yeguada Zubialdea Arabians, propiedad de Asier Goñi, obtuvo la medalla de oro y registró la puntuación junior más alta del certamen.

En el año 2010, la pasión por los caballos árabes impulsó a Asier Goñi a comprar sus dos primeras yeguas. Desde entonces, el proyecto Zubialdea Arabians ha ido dando sus frutos, como la victoria de Dariyah Al Zubi en 2017, que se hizo con el Campeonato Nacional Junior.

Ahora, siete años después, su hijo Masheikh Al Zubi ha alcanzado un logro similar en un campeonato tan reñido como emocionante. “Genéticamente es un potro muy interesante, porque el padre es campeón del mundo, la madre campeona de España… Y ya tiene una base. Está muy bien preparado y lo hizo muy bien en el concurso” explicaba Goñi a posteriori.

Al recordar el Campeonato Nacional de este año, Goñi enfatizaba la importancia del certamen para los criadores de caballos árabes en España: “Todos los años se hace en Córdoba, y es la prueba estrella. Solo pueden participar caballos nacidos e inscritos en España, y todo el mundo quiere ganar”, señala.

Para Goñi, la victoria de Masheikh Al Zubi representa mucho más que un título. La dedicación al proceso de crianza se ve recompensada en estos logros, lo que hace que cada victoria tenga aun más significado. El cuidado y entrenamiento que ha recibido el potro fueron determinantes: “Son como deportistas. Este potro lleva 6-8 meses de entrenamiento en Barcelona, donde se enfocan, entre otros, en su musculatura, en mantener un buen pelaje y estar en una forma física óptima”, explica el criador.

Esta combinación de genética y preparación ha hecho de Masheikh Al Zubi un ejemplar ideal, que se aproxima a las proporciones y angulaciones que se consideran ideales en la raza.

La dedicación de Goñi a sus caballos se hace evidente en el tiempo que les dedica. “Llego de trabajar y paso un par de horas cuidando de ellos; los fines de semana invierto aún más tiempo”, relata. Este compromiso es, para Goñi, un estilo de vida: “Invertir en mis caballos es invertir en mi felicidad. Esto es lo que me airea del trabajo”. Con la mirada puesta en el futuro, afirma que su objetivo es “seguir concursando a nivel nacional y, posiblemente, participar en algún campeonato internacional”.