Hola personas, ¿qué? ¿Habéis desarrollado ya las branquias?, yo empezaba a notar como unas aberturas a ambos lados del cuello y no me cabe duda que era la respuesta de mi cuerpo ante tanta “pañí”. Qué manera de llover. Será toda la bendición que quieras para pasar un verano en condiciones, pero en esta ocasión los cielos se han pasado y han limpiado el almacén echando de todo. La agricultura, lejos de agradecer el agua, ha sido arrasada por la piedra y eso no es bueno para nadie. En fin, es lo que hay. Menos mal que ayer ya salió Lorenzo y el agua nos va a dar un respiro.
Bueno, a lo nuestro. Yo, lamentablemente, he recaído un poco de mis males y esta semana he preferido mantenerme en mis cuarteles y escribir de cosas que tengo al alcance de mi mollera en los límites de mi zona de confort.
Estamos a mediados de mayo y aún no he dedicado una línea a los sanfermines, así que hoy les toca el turno para ir calentando motores y haciendo boca para lo que se nos aproxima a pasos agigantados. Hoy vamos a hablar de todos esos peldaños, de la que yo llamo la escalera de servicio, que vamos subiendo a lo largo de la primavera. Estas dos semanas han sido varios los escalones que hemos ascendido. En primer lugar se han conocido los 10 candidatos que se nos presentan a votación popular a los vecinos de “esta gloriosa ciudad”. Como siempre, la polémica está servida, que si falta de imaginación, que si repetidos, que si autoplagios, que si baja calidad, que si ya está bien de Caravinagre, etc. etc. En el mes de mayo en Pamplona hay 200.000 críticos de arte. Yo no voy a criticarlos porque creo que todos tienen su mérito, su ilusión y su trabajo, desconozco si el jurado ha estado acertado en la selección o no, pero estos son los elegidos y solo uno puede ser el ganador, así que vamos a ponernos a ello y que gane el mejor. Yo tengo uno que es mi favorito, no diré cual, para no influir, seré discreto, pero voy a hacer un comentario que dará una pista a buenos y malos entendedores: el que a mí me gusta es particular, como el patio de mi casa que cuando llueve se moja como los demás. Ahí lo dejo.
Otro peldaño que hemos subido esta semana, también tiene relación con la cartelería y ha sido la presentación por parte de la Meca del cartel anunciador de La Feria del Toro. Diré, para quien me lee desde fuera, que los sanfermines se anuncian con dos carteles, uno para las Fiestas y otro para la Feria del Toro, este último es cosa en exclusiva de la Casa de Misericordia, organizadora de los saraos taurinos, y ella es quien encarga cada año el cartel a un artista de reconocido prestigio. La cosa empezó a finales de los años 50 y se encargaban los carteles a pintores especializados en tema taurino, como fueron Martínez de León y Antonio Casero, pero aquellos carteles eran un poco impersonales, por más que estuviesen hechos en exclusiva para anunciar la Feria del Toro de Pamplona, podían anunciar también la de Olivenza. Así fue hasta el año 1967 en que se dio un paso adelante y se encargó la obra a un artista local, que se atrevió con un estilo mucho más innovador que los tradicionales temas de toro zaíno, plaza y corral que, hasta entonces, se habían visto. El encargo recayó en Antonio Eslava, el siguiente año fue Vaquero Turcios, artista consagrado, el encargado de anunciar la Feria y ya la selección fue siendo variada. Se ha procurado dar espacio a artistas locales como Manterola, Salaverri, Azketa, Echauri, Elena Goñi, Potoko Ciganda, Sinués, Cayuela, Buldain, Muñoz Sola, Montes, Oroz, Bermejo, Aquerreta, Javier Balda y alguno más. También se dio entrada a la fotografía y así en el 72 una foto de Redón es la encargada de publicitar el evento, a la que siguieron obras de Pío Guerendiain, o Koldo Chamorro. También artistas de renombre universal se encargaron del asunto, como Botero, Úrculo, Pinto-Coelho, Arranz Bravo y Bartolozzi, Juan Barjola o Edith Hultzsch. En 1974 la obra de Ibarrola, en la que el toro que aparecía era el del Guernica sobre un grupo de brazos en alto con el puño cerrado, fue censurada por el régimen franquista que vio en él unas claras intenciones “subversivas”.
Este año la Meca nos ha sorprendido con la obra de un grande, uno de los pintores españoles vivos de mayor renombre y proyección internacional, nada más y nada menos que Miquel Barceló. No sé si el autor ha sido generoso en la factura teniendo en cuenta el carácter benéfico de la Meca, o si, por el contrario, les ha dado un rejonazo en todo lo alto, si ha sido lo primero se debería de saber y si ha sido lo segundo, de lo suyo gastan. El cartel me parece precioso, una obra expresionista con una gran fuerza de color, en la que de manera explícita el toro es protagonista y de forma subliminal se adivina un torero, desafiante, en una muy sutil presencia y en un desplante muy torero con el pecho y la pata “p´alante” y los brazos “p´atrás”.
Otro peldaño, que nos lleva escalera arriba, ha sido la presentación de los artistas que llenarán de “dorremís” la Plaza del Castillo y la Plaza de Compañía. Este es tema que a mí me pilla ya muy lejos, hace unos años fui a ver a Rosendo en la Plaza de los Fueros, por aquello de que los viejos roqueros nunca mueren, pero ahí acabo mi asistencia y mi interés por las galas musicales que nos trae el ayuntamiento. De todo lo que viene, solo me suenan Rozalén y Leire Martínez. El resto, Ladilla Rusa, Villano Antillano, Kaótico, Bourbon Kings, y un largo etc. no me suenan de nada. He visto que vienen unos hermanos, Cali y el Dandy, que se apellidan Rengifo, el único que conozco con tal apellido es Ivan Diaz Rengifo autor de Arte poética española, editado por Alonso Martín en 1628. Creo que voy un poco atrás.
También nos lleva para arriba, por esta escalera auxiliar, la convocatoria del Concurso de relatos breves con tema sanferminero, que obliga al autor a narrar su historia en 204 palabras, que son las horas que duran las fiestas. He participado en un par de ocasiones, pero no ha habido suerte. Quizá este año junte 204 palabras en blanco y rojo y participe. Me gusta la idea.
En el terreno más particular de mi vida, hay otro dato que nos indica que las fiestas se acercan y este dato se ciñe al mundo de la hostelería. Yo tengo un establecimiento pero, en San Fermín, por salud mental, y por los años que acumulamos mi socia y hermana y yo, ya hace años que no levantamos la persiana, pero estos días hablo con colegas de otros figones y me cuentan que ya tienen hechas 300 raciones de carrilleras, 500 de ajoarriero, 400 de toro estofado, 2.000 croquetas y muchas cosas más, y eso en bares que, como el nuestro, no están en el centro, porque si hablas con alguno de San Nicolás, Estafeta o Espoz y Mina a esas cifras habría que añadir un cero.
O dos.
Besos pa tos.
Facebook : Patricio Martínez de Udobro
patriciomdu@gmail.com