Las inmediaciones de la ermita de San Adrián fueron el lunes lugar de encuentro de los y las etxarriarras. Y es que el 16 de junio es la fiesta entre las fiestas de Etxarri Aranatz, un día en que se acude de romería a este bello paraje de robles y hayas situado a unos 5 kilómetros del núcleo urbano. Además, la meteorología acompañó. “La temperatura ideal”, aseguraban Kepa y Patxi. Y es que con el tiempo nunca se sabe y tres días antes, festividad de San Kiriko, la lluvia obligó a trasladar las meriendas a cubierto al frontón. 

Este año cayó en lunes, día poco festivo, que se notó en una menor afluencia. No obstante, etxarriarras que viven o trabajan fueran hicieron todo lo posible para no perderse esta celebración que empieza pronto y no se sabe cuándo acaba. La zona cero de esta fiesta, sobre todo al mediodía, fue en torno al camión del Ayuntamiento, donde se repartió vino en las barkilak, las tradicionales tazas de plata que ayer corrieron de mano en mano. Se repartieron unos 800 litros de vino tinto ecológico de Aibar. Buena parte fue para las comidas, sobre todo en familia, con largas mesas en las que se reunieron diferentes generaciones. El plato fuerte en la mayoría de los casos era carne, asado a la manera de zikiro o directamente sobre la parrilla. 

El cordero asado a fuego lento fue el plato fuerte de buena parte de las comidas. N.M.

'Dantzaki' mañana y tarde

Dantzaris bailaron al mediodía un 'Dantzaki', zortziko propio de Etxarri. N.M.

No hay fiesta sin bailes. Al mediodía dantzaris de Etxarri ofrecieron un pequeño festival con diferentes danzas que finalizó con Dantzaki, una dantza propia que por la tarde bailaron los quintos y quintas. Fue el primer aviso de que había que ir pensando en la vuelta. Arrancó una vez cantado Gernikako arbola junto a un viejo roble antes, con una animada kalejira que acompañaba al camión del vino del Ayuntamiento, con paradas en  Urbijotzendenzubia, cerca de la regata, y en Leinube. La siguiente fue en Danbolintxulo, y la cuarta y última en Arangorrieta. Cómo suelo ser habitual, los jóvenes apuraron al máximo la llegada al pueblo. La fiesta continuó con música en la plaza