Lekunberri dio este domingo un salto en el tiempo con su mercado de antaño, una cita que va más allá de una feria agroalimentaria y de artesanía. Y es que la animación está asegurada, con txistularis, trikitixas, gigantes y dantzaris así como trovadores y saltimbanquis en un pueblo de postal que se engalana para la ocasión, al igual que sus vecinos y vecinas.

Asimismo, es un escaparate de viejos oficios y trabajos del caserío, una oportunidad para apreciar técnicas y tradiciones que han perdurado a lo largo del tiempo. Así, de la mano de los hermanos Saralegui, se pudo ver como se hacían cuerdas, cómo se amontonaba la hierba en metas o se afilaban las herramientas. También había una exposición de aperos de labranza.

Dos mujeres que llegaron en el tren del Plazaola, a las que dieron vida las actrices Lorena Arangoa y Esti Curiel, probaron diferentes oficios pero no encontraron ninguno de su gusto. La hierba picaba o hacer la colada era una lata, lo cierto es que no se veían. “También hemos probado de carpinteras y carniceras pero no es lo nuestro. De aquí nos vamos a Tolosa a ver si encontramos algo”, contaban.

Con 29ª ediciones, este mercado es una de las citas más arraigadas de la zona del Plazaola y Mendialdea, con miles visitantes cada año, tanto de la zona y alrededores como turistas. Ayer fue de récord, según algunas. “Para playa hace un poco fresco pero para pasear esta ideal”, observaron Maritxu y Maite, dos vecinas de Lekunberri que ayer se transformaron en campesinas. Para facilitar este salto en el tiempo y que sea participativo, el Ayuntamiento repartió prendas, algunas estrenadas ayer, realizadas por Joskintza Taldea, fruto de un convenio.

Oferta variada

Mañana y tarde se pudo pasear por el mercado, que este año trajo algunos cambios en la ubicación por las obras que se están llevando a cabo en el casco viejo. Eran casi 70 puestos preparados con mimo, con una variada oferta de artesanos de la zona del Plazaola y de Napar Bidea. Embutidos, paté, miel, chocolate o queso entre otros alimentos se pudieron degustar y adquirir en la feria junto con cerámica, cestos, prendas de vestir, calzado, hierbas aromáticas o marroquinería entre otras artesanías.