La Orden del Cuto Divino de Tafalla ha renovado su junta directiva y abre una nueva etapa con un hecho histórico: por primera vez desde su fundación en 1992, la entidad estará presidida por una mujer. Cristina Azcona, enfermera de profesión y miembro de la Orden desde 2019, asume el cargo de Gran Maestre y Cutera Mayor, tras el acto de traspaso celebrado este miércoles en Tafalla. “Es un orgullo y un reto también, porque estamos en un momento en el que queremos impulsar lo que es la Orden y ahí estamos, con muchas ideas e intentando poderlas llevar a cabo para que ésta pueda seguir por muchos años”, señaló Cristina tras tomar posesión. La nueva presidenta subrayó que la decisión de que una mujer asumiera el liderazgo “se tomó de forma natural” y destacó las ganas con las que afronta la responsabilidad.

La nueva junta está integrada por ocho personas, algunas de las cuales continúan de la etapa anterior. Junto a Azcona, el Gran Consejo queda formado por Esteban Martino (vicemaestre y gran senescal), Santiago Moreno (gran escribano), Celia Pascual (tesorera), Maribel Gutiérrez, Jesús Mari Ibañez y César Luna (vocales), y Alberto Galdona (gran encomendador). La Orden cuenta en la actualidad con entre 60 y 70 socios.

Cristina, natural de Tafalla y enfermera de profesión, se incorporó a la Orden hace seis años, motivada por su vínculo familiar con la entidad. “Mi padre fue miembro de la Orden y durante muchos años trabajé como enfermera y directora en la Residencia Santo Hospital. En 2019 decidí que era el momento de formar parte también”, explicó. Su nombramiento llega tras un verano de incertidumbre para la organización. “Hubo una pequeña crisis que parecía que podía llevar a la disolución de la Orden, contactaron conmigo y aquí estamos. La verdad es que no me lo pensé”, añadió.

Tres décadas de tradición

La Orden del Cuto Divino nació el 15 de enero de 1992, cuando un grupo de vecinos decidió organizarse para dar continuidad a la tradicional rifa del cuto, una costumbre solidaria ligada al antiguo hospital de Tafalla, y con el tiempo se consolidó como una sociedad gastronómica y cultural dedicada a divulgar las tradiciones locales.

Nueva junta directiva de la Orden del Cuto Divino, con Cristina Azcona como primera mujer Cutera Mayor en la historia. Saioa Martínez

Desde entonces, la Orden ha ampliado su actividad con iniciativas como el Premio Clarión de pintura al aire libre, el Premio Rugiador a los balcones mejor decorados o el Capítulo, encuentro anual que reúne a cofradías de distintas localidades. “Es una forma de representar Tafalla en el Estado y de que la ciudad se dé a conocer a través del Cuto Divino, que es algo muy nuestro”, afirmaba Cristina. El calendario anual de la Orden incluye, además de la rifa y los premios, actividades como el día de las migas en Navidad y las visitas a capítulos de otras cofradías. Su sede habitual de reuniones es la sociedad El Porrón, situada en el centro de Tafalla.

La presidenta recordó que la rifa del cuto —que históricamente recaudaba fondos para la residencia— ha debido adaptarse a la normativa actual. “Ya no se puede sortear al animal vivo y lo que se rifan son los productos del cerdo. Es una forma de mantener la tradición, adaptada a los nuevos tiempos”, explicó.

Nueva etapa

Entre los retos de la nueva etapa, la nueva Cutera Mayor destacó la necesidad de aumentar el número de socios y rejuvenecer la base social. “Queremos que la gente joven vea que esto no es algo de viejunos, sino que puede dinamizar, aportar y ser algo bonito para el pueblo”, señaló.

Con más de tres décadas de trayectoria, la Orden del Cuto Divino mantiene su propósito de conservar y difundir una de las tradiciones más singulares de la ciudad. Bajo la dirección de Cristina Azcona, inicia ahora una etapa marcada por la continuidad y la renovación generacional.