elizondo - Miles de personas se dieron cita ayer en Elizondo para festejar la hermandad de los quince pueblos del valle en una nueva edición del Baztandarren Biltzarra, día grande del valle, día de confraternización y apología de la cultura vasca y de la lingua navarrorum. El euskera. No en vano, el lema de la festividad es Baztanen eskuara barra-barra, desde 2013, año en que se cumplieron 50 años desde que se celebrara por primera vez. Si todos los años son quince los pueblos que se reúnen en Elizondo para festejar la unión de los baztandarras, este año se puede decir que fueron dieciséis los pueblos reunidos, ya que desde California vino un nutrido grupo de baztandarras residentes en los Estados Unidos de América, más de un centenar, muchos descendientes de baztandarras que tuvieron que emigrar hace varias décadas. Algunos de ellos ya participaron hace 25 años en el desfile, concretamente 16 dantzaris venidos del otro lado del charco. De aquellos primeros dan-tzaris, ayer fueron 43, jóvenes venidos a Elizondo desde los Estados Unidos, varios de ellos hijos e hijas de aquellos que ya participaran hace 25 años. Dantzaris de cinco Euskal Etxea: de California, San Francisco Basque Culture Center, Chino Basque Club, Kern County Basque Club, Iparreko Ibarra Basque Club y Fresno Basque Club. Junto con sus familias, han sido 160 los participantes americanos. Fueron unos de los protagonistas principales de la fiesta de ayer, no los únicos.

Desde primeras horas de la mañana se notaba el ambiente típico del Baztandarren Biltzarra. Los artesanos comenzaban a mostrar sus trabajos en la calle Axular, mientras, los habitantes de los quince pueblos arribaban a Elizondo pronto, para almorzar, trayendo consigo las carrozas adornadas preparadas con esmero en sus pueblos. Mucha gente vestida con el traje típico de baserritarra, alegre, con ganas de disfrutar. El tiempo también se quiso unir a la fiesta, el sol apareció a la mañana, aunque poco a poco se fue apagando. Por suerte, una vez más, y ya van unos cuantas, el tiempo respetó el gran día de los baztandarras.

Todo estaba preparado. Un gran auzolan se había realizado durante toda la semana para organizar la fiesta. En Merkatu Zelai, decenas de personas habían madrugado para colocar las mesas y sillas de la comida. El sábado los escenarios fueron montados por más voluntarios. Mientras, durante toda la noche del sábado, Carlos, el jefe del burduntzi vigilaba los tres terneros que se asaban poco a poco. 800 kilos de carne para los casi 1.600 comensales.

A las 11.00 comenzaba el desfile de carrozas. En primer plano, como siempre fieles, los joaldunak de Ituren, abriendo camino. Tras ellos, los abanderados. La ikurriña, la bandera de Nafarroa y la de Baztan, en manos de los voluntarios de Bidelagun. La asociación ha cumplido 20 años y Baztandarren Biltzarra ha querido poner en valor su gran trabajo, reconociéndolos públicamente. Varios miembros de la asociación fueron portando los estandartes con orgullo y satisfacción, no es para menos, trabajan mucho y bien, sin esperar nada a cambio. Recibieron el calor de la gente en forma de aplausos.

Detrás de las banderas, una por una, desfilaron todas las carrozas, quince en total, una por cada pueblo de Baztan. Todas ellas hechas con esfuerzo e ilusión, contando historias cercanas a cada pueblo, con escenificaciones trabajadas, acentuadas al pasar por el Ayuntamiento, donde las autoridades esperaban en el balcón. En el balcón del consistorio se podía leer un cartel que decía que como en el franquismo, la ikurriña estaba prohibida. Dentro, el gobierno local reconoció al científico Pedro Miguel Etxenike, descendiente de baztandarras, que aceptó con mucho gusto el detalle.

Tras el desfile, más de 1.500 comensales disfrutaron de una comida popular con mucha gente y más ambiente, para continuar con la entrega de premios del las carrozas y el sorteo. Todavía quedaban horas de fiesta, comandadas por la música de Trikidantz, Oharkabe y DJ Tirry&Tery.