Más de 400 personas, entre residentes y trabajadores, han recibido ya la primera dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra la COVID-19 en la residencia de ancianos Francisco Joaquín Iriarte y el Centro Hospitalario Benito Menni de Elizondo.

El jueves, según informó Jon San Julián, Director de Desarrollo de IDEA, empresa que gestiona la residencia de ancianos, un equipo de vacunación del departamento de Salud se trasladó al centro para proceder a administrar la primera dosis de la vacuna "a la gran mayoría de residentes, de los 132 que hay en la actualidad en el centro solo 13 la rechazaron, y a 4 de ellos no se les podía administrar". Además, buena parte de los trabajadores de la residencia también accedieron a vacunarse, 55 en total. Según señala San Julián, "la vacuna ha sido recibida con gran alegría por todos los residentes y profesionales del centro". Tras recibir la primera dosis, dentro de tres semanas, el 28 de enero se administrará la segunda dosis.

El viernes, siguiendo en Elizondo, fue el turno del Centro Hospitalario Benito Menni. Durante todo el día, personal sanitario del Gobierno de Navarra administró la primera dosis del fármaco a la inmensa mayoría de residentes y trabajadoras del centro. En total fueron 255 las personas que dieron su consentimiento a recibir la vacuna. Desde el Centro Hospitalario aseguran que "recibimos la vacuna ilusionados, al dar un paso más que nos ayude a evitar contagiarnos de coronavirus", de igual manera, quisieron recalcar la "responsabilidad de todas y cada una de las personas vacunadas", en el camino de "incrementar la seguridad de nuestro centro". En el caso del Centro Hospitalario Benito Benni, la segunda dosis se administrará el 29 de enero. Las vacunas fueron administradas sin ningún incidente en ambos centros.

Tanto un centro como otro han sufrido desde dentro sendos brotes de coronavirus, aunque de diferente manera y virulencia. En el caso del centro Francisco Joaquín Iriarte, la COVID-19 hizo estragos al principio de la pandemia, cuando 76 de sus residentes y más de una docena de trabajadores dieron positivo en el cribado realizado en el mismo. Fueron semanas muy duras, en las que, junto a la colaboración de Salud y el Ayuntamiento de Baztan decidieron trasladar a 36 residentes que dieron negativo al antiguo Centro de Inmersión Lingüística, en Lekaroz. Tras un mes, la situación se estabilizó, aunque dejó un bagaje de 18 residentes fallecidos.

En el caso de Benito Menni, pudieron mantener a raya a la COVID-19 hasta septiembre, cuando varios residentes y algunos trabajadores resultaron infectados, aunque la situación estuvo bajo control.

Con estas vacunaciones masivas esperan encontrar la tan ansiada tranquilidad frente al coronavirus.