La King’s League, proyecto del exfutbolista Gerard Piqué y el streamer Ibai Llanos, ha revolucionado el mundo del fútbol, aplicando nuevas reglas en la competición y acercándola al mundo de las redes sociales. El fenómeno no ha tardado en expandirse y ya ha llegado a Navarra. A Huarte, para ser exactos, en su versión más cebollera. 

La Onion’s League ha conseguido hacerse un importante hueco en las agendas de los jóvenes de la localidad y se ha convertido en una cita ineludible, en la que cada viernes se juntan miembros de todas las cuadrillas, en un evento en el que están involucradas más de 70 personas, divididas en 7 equipos, sin contar a los espectadores que se acercan a las Escuelas Viejas de Huarte a ver los partidos. El presidente y creador de la liga, Iker Itoiz, cuenta que todo empezó en una conversación de bar: “Surgió como una de esas ideas que salen echando unas cañas y siempre se quedan en el aire”.

Iker Itoiz y Andoni Iriarte, presidente y director ejecutivo de la Onion's League. Patxi Cascante

La competición no deja de ser un torneo de fútbol sala, pero con ciertas particularidades. Los encuentros constan de dos mitades de 20 minutos y presentan innovadoras reglas de juego. En caso de terminar en empate, se llevará a cabo una serie de cinco penaltis, donde el portero se enfrentará individualmente al atacante del equipo contrario, partiendo desde el centro del campo. Además, las tarjetas amarillas significarán la expulsión del jugador durante dos minutos, mientras que las tarjetas rojas prolongarán la sanción hasta los cinco minutos. Y también están las cartas de los presidentes.

Antes de empezar el partido, cada presidente coge una carta al azar, que le otorga una ventaja para utilizarla a lo largo del partido. Las ventajas varían desde un penalti a favor, expulsar a un jugador rival durante dos minutos, tirar un penalti desde medio campo o hacer que los goles de su equipo cuenten doble durante un par de minutos. 

Normas propias

Entre las novedades que han introducido ellos se encuentran la de ‘penalti público’, en la que el presidente del equipo selecciona a algún espectador para que tire un penalti. “Un día lo tiro el alcalde, que estaba viendo el partido, y lo falló”, comenta entre risas. También existe la carta ‘casco cebollero’, en la que se elige a un jugador rival para que juegue el partido con un casco de moto y una capa que le dificulta los movimientos, y la ‘carta tirapitxon’, mediante la cual se pone en el largero un vaso de agua, y si lo derriban con el balón cuenta como si fuera gol.

Al mejor jugador de la jornada, el MVP, se le entrega una ristra de cebollas como premio, haciendo honor al nombre de la competición, y al propio mote que los uhartearras lucen con orgullo. Y no es para menos. La Onion’s tiene una filosofía aún más estricta que el Athetic Club y sólo se pueden fichar a jugadores originarios del pueblo, nada de formados en la cantera. También se entrega la anchoa de la jornada, a la mayor pifia cometida sobre el terreno de juego. “Los premios se deciden por votación popular en una encuesta de nuestro Instagram”, apunta.

Fútbol y fiesta

El punto de inflexión fue día del draft, reconoce Itoiz. El draft consiste en un sorteo para la formación de los equipos, en el que participaron los siete presidentes de los clubs. Ahí se establece el orden en el que van a ir eligiendo a los jugadores, y poco a poco van formando sus equipos “con toda la gente mezclada, de distintas cuadrillas, chicos y chicas y de todas las edades, entre 18 y 33 años, todos juntos”. Aquel día se reunieron alrededor de 50 personas en un local para hacer el sorteo: “La bajera gritaba cada vez que salía un nombre, hicimos un directo en Instagram y la gente se interesó mucho”. 

La clave de que haya salido tan bien, a su juicio, es que “en el draft se juntaron todas las cuadrillas y la gente se involucró”. Otros años solían hacer torneos de futbito, “pero era por cuadrillas y perdía un poco la esencia, porque tú vas a ver tu cuadrilla y te vas”. La diferencia, en esta ocasión, ha sido que “al formarse los equipos por sorteo, juegas contra gente de tu propia cuadrilla, puede que el presidente del otro equipo sea tu amigo y todo el pueblo está en la dinámica, porque todos estamos mezclados”.

Éxito para repetir

Además, la Onion’s League tiene unos padrinos de gran nivel, entre los que están futbolistas actuales como Mikel Merino y Oihan Sancet, y veteranos como César Cruchaga, Ricardo y Mikel San José. Los últimos nombres en incorporarse a la lista son los locales Patxi Puñal y Maite Oroz. Todos ellos han enviado vídeos de apoyo al torneo y a los jóvenes de Huarte.

Un miembro e la directiva del C.D. Huarte les ofreció el campo del club para el torneo, y no descartan la idea para el año que viene, porque “tenemos intención de repetir. La gente está encantada”.

La final se disputará al mediodía del 24 de junio, coincidiendo con el día de las cuadrillas de Huarte, en el mismo patio donde después tendrá lugar la tradicional comida que reúne a los jóvenes de la localidad en un día tan señalado. Y para el que no quiera esperar, este viernes a las 17.00 tendrán lugar los encuentros de esta jornada.