Las Puertas del Infierno, el bar que apuesta por hamburguesas moteras, raciones pecadoras y costillas satánicas
José Antonio Gómez y Carmen Días inaugurarán el 1 de noviembre Las Puertas del Infierno, en el polígono Plazaola, que desea convertirse en un lugar referente de los amantes de las dos ruedas, el billar y la música en vivo
Hamburguesas moteras, costillas satánicas, patatas con nombre de demonios, raciones pecadoras, postres relacionados con la muerte...
Las Puertas del Infierno, el nuevo bar del polígono industrial Plazaola que regentan José Antonio Gómez –Perro Viejo– y Carmen Días, se abrirán el 1 de noviembre –qué mejor que el Día de los Muertos– con un concierto de Correcaminos, el grupo de rock and roll en el que toca José Antonio junto con sus hermanos Víctor y Rubén.
“A partir de ahí, hasta el infinito y más allá. Las Puertas del Infierno no se cerrarán nunca porque tenemos intención de trabajar los siete días de la semana. Hacemos una apuesta muy fuerte. Vamos con todo”, destaca José Antonio.
Las Puertas del Infierno quiere ser un referente para los moteros –José Antonio y Carmen Días son unos apasionados de las dos ruedas– y ofrecen hamburguesas “de gran formato y elaboradas con mucho cariño” de angus, chuletón, pollo, atún y veganas que homenajean a los modelos míticos de Harley-Davidson: Fat Boy, Heritage, Sportster, Road King, Electra Glide, Dyna o Springer.
“La moto es mi vida, mi válvula de escape y el vínculo con todas mis amistades. Las cuadrillas de moteros deben hacer una parada obligatoria en el infierno. Tenemos una gran explanada para aparcar”, anima.
La decoración de la planta baja del local, con aforo para más de un centenar de personas, también es un guiño a los amantes del motor porque está repleta de cuadros de la historia del motociclismo, competiciones y mujeres en ruta. “Ha sido un mundo machista, siempre han estado en un segundo plano y les queremos dar visibilidad”, reivindican.
Además, unas luces de neón rojas terminan de crear ese ambiente infernal.
Las hamburguesas moteras se servirán con tres tipos de panes –rústico, cristal y brioche– y se podrán acompañar de patatas demoníacas: Belcebú, Lucifer, Leviatán, Lilith y Belfegor. “Todas llevan queso mozarella y tomate y se diferencian por los toppings. Txistorra, jamón, bacon, carne picada de vacuno...”, detalla.
La carta, presidida por un dibujo de Lucio, un pequeño demonio que come una hamburguesa sin quitarse el casco de moto de la cabeza; también incluye ensaladas, nachos, alitas de pollo y postres relacionados con la muerte y la gula: El Pecado de Lucio –tarta de queso y chocolate blanco–, Alma Negra –brownie casero– y Señor de la Oscuridad, coulant de chocolate.
Conciertos y billares
Las Puertas del Infierno programará conciertos los jueves a la tarde-noche, la entrada será gratuita y el género predominante será el rock and roll. “El objetivo es dar visibilidad a las bandas locales de Pamplona y del resto de Navarra. Queremos que la gente se tome unas cervezas disfrutando de buena música”, apunta.
José Antonio lamenta que cada vez haya menos establecimientos en la ciudad que organicen conciertos, defiende que la ciudadanía anhela que la música en vivo regrese a los bares y su intención es dar respuesta a esa demanda. “Pelearemos para convertirnos en un lugar referente de la gente que añora tiempos musicales mejores en los que no había tanta tecnología”, incide.
Además, si el Ayuntamiento de Berrioplano les concede permiso, Las Puertas del Infierno montará “eventos de mayor formato” en el exterior del establecimiento. “No molestamos a ningún vecino porque alrededor no vive nadie”, señala.
El local dispone de otras dos salas. La primera planta se ha destinado a eventos privados –comidas y cenas de empresa, cumpleaños o fiestas–, se alquila y cuenta con su propia barra independiente.
El segundo piso es “la joya de la corona”: 250 metros cuadrados, 13 mesas de billar y cubos repletos de quintos de cervezas que subirán en un montacargas. “Queremos que la gente juegue al billar un par de horas sin que tengan que hacer tantos viajes a por avituallamiento”, bromea.
La mitad de las mesas son para profesionales y se reservan por horas y el resto son para amateurs y funcionan con monedas de un euro. “El billar se juega en grupo, engancha y queremos que las cuadrillas pasen la tarde con unas cervezas”, afirma.
José Antonio y Carmen potenciarán la joya de la corona con torneos, clases y promociones. “Si nos escribes una reseña en Google, te regalamos una partida. Si subes a redes sociales una foto con la camiseta de Lucio –la mascota de Las Puertas del Infierno– también juegas gratis”, incitan.
Además, dispondrán de una máquina de dardos, pinball, futbolín y tres pantallas en las que proyectarán los partidos de Osasuna.
Agradecimiento a “la banda”
Las Puertas del Infierno se abren en breve y José Antonio y Carmen confiesan que este proyecto no hubiera visto la luz sin “la banda”, familiares y amigos que se han pasado por el local para ayudar “como titanes. Las amistades son más importantes que el dinero y se ve en este tipo de situaciones. Les debo la vida”, finaliza.