Desde el pasado jueves hasta el domingo, la Plaza del Castillo acoge la décima edición de la Semana del Producto Local, organizada por INTIA- Reyno Gourmet junto con el Ayuntamiento de Pamplona. Esta feria reúne anualmente a cerca de medio centenar de productores de alimentos de calidad y cercanía de Navarra, y cuenta con actividades como catas o showcooking.

Una de las novedades de este año es el puesto dedicado al pimiento, concretamente al hermanamiento entre tres denominaciones de origen como son el Pimiento de Gernika, Pimiento de Espelette y el Piquillo de Lodosa. Esta unión es parte del proyecto RetPim, financiado por la Euroregión Nueva Aquitania, Euskadi y Navarra. Esta colaboración transfronteriza agrupa a más de 300 productores, y busca intercambiar experiencias y puntos de vista sobre temas comunes, como la calidad de los productos o el impacto socioeconómico.

Hoy han estado presentes en la feria un productor de cada variedad de pimiento, y tras explicar las características de cada uno de ellos, fue el turno del showcooking de la mano de Julen Urtasun, cocinero de Olio Pizza Bar. Este preparó tres pintxos, uno con cada variedad de pimiento, que más adelante pudo probar la ciudadanía.

Natalia Bellostas, directora gerente de INTIA, ha sido la encargada de dar inicio a la jornada. En la presentación, ha celebrado el hecho de haberse juntado porque “a pesar de las diferencias que parecía que teníamos en términos de la variedad de pimiento, nos sentamos a hablar y nos hemos encontrado que teníamos muchas cosas en común”. Estas semejanzas están especialmente relacionadas con las problemáticas que afrontan los productores de pimientos, como la comercialización y el asesoramiento técnico. Para eso, Bellostas ha contado que “tenemos muchas estrategias para solucionar esos problemas también en común”.

Las tres variedades

Jesús Aguirre, presidente del Consejo Regulador de pimientos del Piquillo de Lodosa y productor de pimientos, ha explicado las características de estos. Las principales son dos: por un lado, el entorno donde se producen y la forma en la que se hacen. Las plantaciones de esta variedad se tienen que hacer siempre en los pueblos que están acreditados, y las conserveras tienen que estar en las mismas zonas de elaboración. Por otro lado, la característica fundamental de este pimiento es “que se deben asar a llama directa, y en el proceso de pelado nunca debemos tocar el agua”, ha explicado Aguirre. También ha destacado el valor artesanal que tienen estos pimientos, una cuestión que hay que apreciar a la hora de degustar el producto. “Es un patrimonio de la zona donde se produce, porque se empezó a elaborar de forma familiar en los huertos. Esto ha evolucionado, pero es un producto que se gestiona familiarmente”, ha destacado para terminar. 

Mikel Arrillaga, responsable del Área de Marcas y Mercados de Fundación Hazi, ha sido el encargado de presentar el Pimiento de Gernika, como él mismo lo ha considerado, “el hermano pequeño de este proyecto en cuanto producción y productores”. La particularidad de este alimento es que se recoge en su fase inmadura, cuando todavía es de color verde, con la piel y la carne muy fina. La mayor diferencia de esta variedad es que tiene poca capsaicina, el compuesto que le da el sabor picante al pimiento. “Otra de sus diferencias es la falta de pergamino, el velo blanco que se crea cuando se fríe el pimiento”, ha contado Arrillaga. 

 Fréderic Pochelu ha sido el productor representante del pimiento de Espelette, cultivado en un pueblo con el mismo nombre ceca de Bayona que cuenta con 180 productores en la zona. Este es uno de los pimientos más versátiles, tanto en la forma de conseguir como en la forma de consumirlo. En el mercado se puede conseguir fresco, secado en cuerdas o en polvo, y se puede disfrutar en platos “desde la entrada hasta el postre”, ha asegurado Pochelu. 

Showcooking

Tras la explicación de los agricultores, ha llegado el turno del showcooking por parte de Julen Urtasun en nombre de la pizzería Olio de Iturrama. Para ello ha elaborado tres recetas de pintxos, donde las variedades de pimiento han sido las protagonistas. Las ha preparado en una food truck delante de todos los asistentes que se acercaban a ver. La primera elaboración ha sido una croqueta de pimiento de Espelette con mayonesa ahumada y papada. La segunda un pintxo de leche de tigre de pimiento de Gernika y una gilda de queso Idiazabal, tallos encurtidos y Piquillos de Lodosa a la plancha. La demostración ha terminado con una pizza de Piquillos de Lodosa y crema de queso de cabra. 

Estos platos se han servido en el propio food truck con un precio 5 euros. Los asistentes no han tardado en acercarse al lugar para disfrutarlos, como el caso de Txuma Díaz, un habitual de la Semana del Producto Local. Ha asegurado que todas las propuestas le han encantado, pero la croqueta ha sido su pintxo favorito porque no conocía esa variedad de pimiento y le ha sorprendido mucho. Además, ha catalogado de “espectacular” la carnosidad del Piquillo de Lodosa.