Los belenistas adornan Baluarte

Este es el decimosexto año en el que los artesanos de la Asociación de Belenistas de Pamplona llenan el Baluarte con las maquetas que llevan meses preparando. Con alrededor de 40 belenes, tanto cerrados para ver de frente como abiertos, solo tres se repiten del año pasado. “No hacemos todos nuevos, no porque no tengamos gente, sino porque no tenemos sitio”, explica Pedro Javier Martínez, presidente de la asociación. 

Entre las propuestas se pueden encontrar obras muy variadas, pero todas cuidadas con mimo y al detalle. Este año no siguen temática ni cronología. Los artífices podían elegir el enfoque que quisieran “siempre que haya figuras”, dice Martínez. La exposición se ha inaugurado hoy para los socios, pero desde mañana y hasta el seis de enero estará abierta cara al público, donde esperan rondar los 30.000 asistentes que han pasado por el lugar en los últimos años.

De entre todos los belenes, destaca por ejemplo uno de gran tamaño, de 8x4 metros y uno inspirado en Harry Potter. Otro que representa la guerra de Ucrania y uno infantil con el pueblo de los Pitufos. Este último lo ha hecho Jesús Irigoyen junto con sus cuatro compañeros de grupo, que llevan once años presentando sus propuestas a la exposición. “Procuramos que en todas haya uno infantil”, explica Irigoyen. Este no es el único que han hecho ellos, ya que el año pasado recrearon el Fondo de Bikini de Bob Esponja. 

En marzo empezaron a barajar opciones, porque “la idea es lo más importante”. Pensaron en diferentes dibujos animados muy de moda entre el público infantil, como La Patrulla Canina. Pero finalmente se decantaron por el pueblo de los Pitufos porque tiene un lugar concreto donde ambientarlo. El belén es el más colorido de la exposición, con figuras infantiles y las características casas con forma de setas que tiene en la ficción, lo que Jesús Irigoyen considera que ha sido lo más difícil de moldear.

Este es el cuarto año que Josu Prim y sus tres compañeros exponen su belén. Dos de ellos son del Valle de Baztan y los otros dos de la Comarca de Pamplona, pero este año han decidido recrear un molino del valle de Erro. En pasadas temporadas se inspiraron en zonas de Soria, pero este año querían hacer “algo local”, cuenta Prim. Esta edición han preparado un belén abierto de 2x1 en el que llevan trabajando desde septiembre, que destaca por tener un horno que saca humo. “El hilo se calienta, le doy unas vueltas y meto un algodón que empapo en glicerina. Por la absorción se calienta esa resistencia y saca un poco de humo”, explica Josu Prim. Aun así, ya piensan en la propuesta del año que viene, en la que quieren animarse a hacer uno cerrado.

Los cursillos

Lo más difícil a la hora de hacer un belén es tener una buena idea. Pero para llegar a ese punto, primero hay que dominar las técnicas y herramientas necesarias. Por eso, la mayoría de belenistas pasan por los cursillos de primer y segundo nivel que se ofrecen de febrero a junio en un taller de San Jorge desde hace 30 años. Jesús Mari Irisarri y Galtxa Osete son dos de los monitores de estos talleres, que reúne anualmente a unas 90 personas. En el cursillo más básico les enseñan a trabajar los volúmenes, las figuras y las perspectivas, y crean un primer belén sencillo. “Son 70 euros y son 11 o 12 sesiones, encima nosotros ponemos los materiales y se llevan el portal a casa”, cuenta Osete. El de segundo nivel es para todas aquellas personas que quieran aprender técnicas más complejas, como a manejar herramientas, y “se empieza a trabajar en grupo”, cuenta Irisarri. 

Más allá de la exposición, un lugar en el que perderse y curiosear hasta el seis de enero, en este espacio de más de 1.000 metros cuadrados también se harán visitas guiadas, demostraciones y talleres infantiles. Las visitas guiadas serán en las tardes de los días hábiles del periodo de Navidad, que “todavía le queda un recorrido porque la gente no lo conoce”, dice el presidente de la asociación. También habrá tiempo para las demostraciones en directo y un cursillo para el público infantil en el que les enseñarán a hacer un belén sin utilizar herramientas peligrosas como el cúter.