El lugar que conforma la iglesia medieval de la Santísima Trinidad de Arre, antiguo hospital y hoy albergue, el puente románico, las presas del río Ultzama y el Batán de Villava/Atarrabia es uno de los lugares más bellos de la Cuenca de Pamplona y de Navarra entera. Contiene una riqueza patrimonial espectacular y muy variada: natural, histórica, artística e industrial. Como en Garés los caminos a Santiago se hacen uno, en este espacio convergen las rutas de la Navarra septentrional, el que llega desde Francia por Roncesvalles y el que procede de las tierras universales de Baztan.

Los ojos del puente medieval enhebran una sola dirección y te invitan a tomar asiento. Se trata de contemplar y disfrutar en primera fila de palco de los azudes, naturales y los manufacturados por el hombre, que rebrincan las aguas del al río Ultzama en su último tramo poco antes de entregarse al también ya mozo Arga. Otra cruz de encuentro. Entrega bajo la tutela, testimonio de los geólogos Miravalles, a la izquierda, y Ezkaba a la derecha de su cauce. Mas el recorrido del agua del bajo Ultzama siempre se ha acondicionado y aprovechado para múltiples funciones profesionales: Desde molino harinero en épocas medievales hasta el actual centro de interpretación de la naturaleza.

Sin duda, estamos ante un hito bellísimo. Un atrio espectacular con una cancela abierta: el antiguo Batán trapero.

El palabro batán se justifica etimológicamente desde la voz latina battuere, que es batir, golpear, de donde vienen otras palabras como batería, batalla... y también desde la árabe battân que empodera la idea de forrar y curtir pieles y paños.

Los sólidos sillares del batán villavés han sido asiento de muchos modos de vida y labores: Molino de harina, batán, pasta de madera, nacedero de acueducto industrial... Hoy es centro de interpretación de oficios y agua del Parque Fluvial de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona.

hoy, visitas a las 12 y 13 horas Al respecto de su actual función y de que el próximo 23 de marzo es el Día Mundial del Agua, el Batán de Villava ha organizado desde ayer una serie de acciones y visitas guiadas y gratuitas. Hoy, estará abierto de 11 a 14 horas y las visitas guiadas se realizarán a las 12 y 13 horas.

Y desde el 23 de marzo también habrá visitas a las 18 y 19 horas. Muy interesante. Allí, profesionales como, entre otros, Ana Jaca Artieda y Mikel Bueno Tapiz, te acompañan y te embullen en un recorrido con tanta variedad como interés. Para tener más información: www.mcp.es.

En el último siglo, el edificio ha tenido diversos usos. Esta fábrica machimbreada al Ultzama con profunda piedra sillar, ha hecho funciones de taberna, molino de regaliz, curtiduría y en ellas, incluso, vivieron guardeses y operarios. Hoy, desde 1999, está recuperada y habilitada por la MCP, que logró que su rehabilitación se encuadrara en el proyecto europeo Wateraysnet que ponía en valor la ecología y estética de los paisajes ligados al agua. Aquí se recrea el mecanismo original hidráulico, el batanado de telas, además de mostrar los métodos artesanales de fabricación de papel. También acoge en su segunda planta una exposición permanente del parque fluvial. Una sala en la primera ejerce de marco de exposiciones y charlas. En la tercera se recoge la historia del edificio.

casa de rica historia En la segunda mitad del siglo XIX, con motivo del crecimiento de la fábrica de papel de Villava, se creó en el lugar otra presa más potente y con las últimas modernidades en bocal, compuertas, aliviadero y canal de entrada al antiguo edificio del batán, que por esa época de los años 70 del siglo XIX funcionaba como casa de aguas y de transformación de la madera.

Su origen es medieval, propiedad de los monjes de Roncesvalles y su actividad originaria fue la de molino. Después de que Villava se independizara con molino propio (San Andrés) cayó en desuso y se convirtió en 1544 en batán con cuatro pilas para el uso de enfurtido de paños y telas. En 1817 fue remodelado. Con la Desamortización de 1836-1843, cambió de propietarios (familia Ribed, 1848) y utilidad. Utilizaron la fuerza del batán como recurso de toma e inicio del transporte de agua para la nueva fábrica de papel continuo. Y ahí siguen sus casi 500 metros cuadrados de planta y base sillareja. Como un arca siempre indultada y recipiente de ingentes aguas, bregas y personas.